Un turista holandés de 57 años murió ayer al caer por un acantilado tras ceder la barandilla de un chalé en Calvià. La víctima, muy corpulenta, se apoyó en la estructura para intentar recuperar una pelota y acabó precipitándose desde una altura de 20 metros. Quedó malherida en una zona rocosa de muy difícil acceso y cuando los servicios de emergencias lograron llegar allí solo pudieron confirmar su fallecimiento. El cadáver fue trasladado por el helicóptero de la Guardia Civil, tras un complicado operativo de rescate junto a los Bombers de Mallorca. Los familiares de la víctima recibieron atención psicológica y la Policía Judicial abrió una investigación.

Los hechos ocurrieron en un chalé situado en el número 30 de la calle Cap Falcó, en Cala Vinyes, informaron fuentes de los servicios de emergencias. La vivienda, una lujosa villa situada sobre un acantilado, estaba alquilada a una familia de turistas holandeses. Ayer, hacia las cuatro y media de la tarde, estaban jugando en la piscina con una pelota.

El balón fue a parar al acantilado y uno de los inquilinos, de más de 100 kilos de peso, trató de recuperarlo. Para ello, cogió un cazamariposas y se apoyó sobre una barandilla. La estructura acabó cediendo y el hombre se despeñó. Cayó al vacío desde unos 20 metros de altura.

Complicado rescate

Sus familiares alertaron de lo ocurrido a los servicios de emergencias y al lugar acudieron de inmediato patrullas de la Policía Local de Calvià y la Guardia Civil, así como dotaciones de los Bombers de Mallorca y dos ambulancias del Ib-Salut.

La víctima yacía sobre unas rocas junto al mar. Llegar a ella era muy complicado y los equipos de emergencias tuvieron que instalar un sistema de cuerdas para descender. Los efectivos sanitarios comprobaron que estaba inconsciente y sufría gravísimas lesiones en todo el cuerpo por la brutal caída. Durante 45 minutos le practicaron maniobras de reanimación, pero todos los esfuerzos fueron en vano y solo se pudo certificar su fallecimiento. El óbito fue comunicado al juzgado de guardia. El 112 facilitó asistencia psicológica a los familiares de la víctima, que quedaron muy impactados por el trágico accidente.

El rescate del cadáver fue también complejo. Los efectivos de emergencias consideraron inviable izar el cuerpo por el acantilado, por lo que finalmente lo inmovilizaron en una camilla y el helicóptero de la Guardia Civil se desplazó al lugar para recogerlo y trasladarlo al Instituto de Medicina Legal de Palma.

La Policía Judicial de la Guardia Civil puso en marcha una investigación para esclarecer lo ocurrido. Las pesquisas se centran en aclarar si la barandilla cedió por el peso de la víctima o si estaba en malas condiciones, explicaron fuentes del instituto armado.

El alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez, acudió al lugar de los hechos para interesarse por lo ocurrido.