El inquilino que había alquilado una habitación en una vivienda en Palma se llevó una desagradable sorpresa al regresar al domicilio donde residía. Se topó con sus enseres personales esparcidos por la escalera. Algunos de ellos se encontraban sobre un coche. El casero, presuntamente, había irrumpido en su dormitorio y los había arrojado por la deuda de un mes en el pago del arrendamiento. Tras denunciarle, agentes de la Policía Local de Palma detuvieron al arrendador por los presuntos delitos de coacciones y allanamiento de morada.

Los hechos ocurrieron sobre las 23.00 horas del pasado lunes en un domicilio de la calle Hort de Torrella de Palma . Después de ver sus pertenencias por la escalera, el casero se negó a abrirle la puerta. "¡No te abro, me debes un mes!", espetó. La suma adeudada era de 350 euros.

El arrendatario no se resignó y avisó a la Policía Local de Palma para denunciar lo ocurrido. Varios agentes se personaron poco después en el inmueble y se entrevistaron con el casero. Este no tuvo reparos en reconocer que había tirado los efectos de su inquilino porque le adeudaba un mes de alquiler. Acto seguido fue detenido por coacciones y por allanamiento de morada.