El Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS tardó, la semana pasada, dos días en denunciar ante la fiscalía a uno de sus empleados por la violación a una interna de la residencia de La Bonanova, de 94 años, y tras la confesión del presunto violador. Fuentes de la institución explicaron ayer que esas 48 horas se dedicaron a apartar de su puesto de trabajo al sospechoso, atender a la víctima, certificar por los servicios médicos propios la presunta agresión y tratar de localizar a sus familiares.

Las fuentes informantes confirmaron ayer la cronología de los hechos ofrecida el lunes en una rueda de prensa. La institución tuvo conocimiento del grave delito el martes día 3, por la información suministrada por una compañera del sospechoso y que fue testigo directo de los hechos.

Ese mismo día se citó al joven empleado, se le interrogó y se acordó su suspensión de empleo y sueldo y la apertura de un expediente disciplinario por una falta muy grave. El empleado, de 27 años, confesó los hechos ante la dirección del centro, pero en ese momento no se presentó la denuncia.

"Los hechos eran muy delicados y no se permaneció inactivo en ningún momento: entre los días 3 y 4 se apartó al sospechoso, se examinó por los servicios ginecológicos de la residencia a la usuaria, cuya asistencia era prioritaria. El jueves día 5 se denunció el caso a la fiscalía, que, sin embargo, en el registro de entrada de la denuncia puso día 6. Se trató de localizar a los familiares para alertarles de lo ocurrido y ponerse a su disposición", explicaron fuentes del IMAS.

Denuncia en Policía

La denuncia en Policía se interpuso el viernes y la detención del presunto violador tuvo lugar ese día. El sábado 7 fue puesto a disposición del juzgado de guardia que ordenó su ingreso en prisión. La Policía dispuso que la víctima fuera examinada por los forenses judiciales, que certificaron la presunta agresión sexual. La investigación abierta por la Policía se precipitó cuando el joven acudió a un hospital y relató de nuevo los hechos a los médicos, que alertaron a los agentes. El acusado precisó entonces asistencia psiquiátrica por sus ideas suicidas y desde su ingreso en prisión permaneció bajo vigilancia.

Desde el IMAS se resalta que la dirección del organismo estuvo asesorada en todo momento por los servicios jurídicos y que la prioridad fue atender a la víctima, impedir otros ataques y alertar a la familia de la anciana.

El instituto ha anunciado que se personará como acusación en la causa judicial contra el presunto violador. El caso será juzgado por un tribunal de la Audiencia de Palma.