Un control de la Guardia Civil de madrugada en la Vía de cintura sorprendió a muchos conductores a la altura del desvío a Establiments, en sentido aeropuerto. Sobre las cuatro de la mañana, numerosos conos cortaban el paso y todos eran abocados a los agentes del instituto armados. Algún conductor hizo caso omiso a la señalización y derribó los conos y siguió recto.