La fiscalía solicita tres años y medio de prisión para un camionero acusado de atropellar intencionadamente a un marinero en el interior de un ferry en el puerto de Palma. El sospechoso supuestamente pasó por encima del pie de la víctima, que sufrió graves lesiones, tras una discusión porque no llevaba el chaleco reflectante. El procesado, de nacionalidad alemana, negó los cargos ayer durante el juicio y apuntó a que fue el marinero quien se subió a la cabina de su vehículo y trató de golpear el cristal. Su abogado, Jaime Campaner, reclama la absolución.

Los hechos ocurrieron el 6 de agosto de 2012, hacia las siete y media de la mañana, en la bodega del buque Fortuna, que acababa de llegar a Palma procedente de Barcelona. Numerosos camiones estaban a punto de desembarcar. El acusado, según el relato de la fiscalía, discutió con un trabajador del barco porque no llevaba puesto el chaleco reflectante. Tras esta refriega, el camionero supuestamente montó en su vehículo y, con intención de herir al marinero, realizó un brusco giro, arrollando el pie de la víctima.

El perjudicado sufrió varias fracturas y fue trasladado a un hospital, donde fue intervenido quirúrgicamente. Estuvo tres días ingresado y tardó nueve meses en recuperarse. Como secuelas le quedaron dolor e inflamación en la zona frontal del pie y un ligero perjuicio estético.

El procesado, durante el juicio celebrado ayer en un juzgado de lo penal de Palma, culpó de lo ocurrido al marinero. El hombre admitió que mantuvieron una discusión porque no llevaba el chaleco, pero negó haber arrollado adrede al perjudicado. Según dijo, fue él quien lo siguió hasta su camión y se subió a la cabina intentado golpear el cristal.

Un trabajador del ferry que presenció los hechos señaló que tras la discusión el camionero arrancó su vehículo y "salió de forma rápida y brusca". "Estaba muy alterado y tenía mucha prisa por salir del barco," aseguró.

El fiscal solicitó tres años y medio de prisión para el acusado por un delito de lesiones con instrumento peligroso. La defensa reclamó su absolución o, como alternativa, una condena por lesiones imprudentes. El caso quedó visto para sentencia.