Cuatro personas de una misma familia de Castilla y León que consumieron una ensaladilla rusa casera han resultado intoxicadas por toxina botulínica, detectada en un atún en conserva en aceite de girasol de la marca DIA.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha activado una alerta sanitaria, después de tener conocimiento el pasado día 9, a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (Sciri), de la intoxicación de estas cuatro personas, tres de las cuales ya han sido dadas de alta.

Dos de ellas son residentes en Salamanca y otras en Zamora, según ha informado la Consejería de Sanidad de estas comunidad autónoma. que ha precisado que todos ellos ingirieron ensaladilla rusa casera con un ingrediente contaminado por toxina botulínica.

Se trata de una conserva de atún en aceite de girasol formato RO 900, de la marca DIA, con lote 19/154 023 02587 elaborado en Frinsa del Noroeste S.A. con fecha de consumo preferente 31/12/2022, que se ha inmovilizado y retirado.

No obstante, la conservera gallega Frinsa del Noroeste ha asegurado que únicamente hay “una lata afectada”, tras los exámenes realizados al resto del lote, acreditados por la Xunta de Galicia.

En un comunicado en el que manifiesta su solidaridad con los afectados, Frinsa insiste en que tras analizar lo ocurrido, la contaminación se limita a una única lata de un único lote que, subrayan, “previamente a su análisis se abrió y manipuló”.

La ingestión de alimentos contaminados por toxina botulínica produce botulismo, una enfermedad que se caracteriza por el desarrollo de alteraciones vegetativas como la sequedad de boca, náuseas y vómitos, y por una parálisis muscular progresiva.

Dos de los afectados ingresaron en el Hospital Universitario de Salamanca, una mujer de más de 70 años, que fue ingresada el día 7 de agosto, y un hombre cercano a los 40 años, que ingresó el pasado día 9.

Las otras dos personas, una mujer y un hombre, ambos cercanos a los 50 años, ingresaron el pasado día 8 en el Hospital Virgen de la Concha de Zamora.

La evolución de los casos ha sido favorable y ninguno ha precisado ingreso en la unidad de cuidados intensivos y hoy únicamente continúa ingresada en Salamanca la afectada de mayor edad.

El producto, ya inmovilizado y retirado, fue distribuido por la plataforma DIA a establecimientos de Asturias, Castilla y León, Cataluña, Aragón, La Rioja, Murcia, Navarra, Castilla-La Mancha (en concreto en las provincias de Cuenca y Albacete) y Comunidad Valenciana.

En concreto, la cadena de supermercados retiró el pasado 10 de agosto 3.420 latas de forma preventiva tras el aviso de las autoridades sanitarias, y según ha confirmado a Efeagro, este viernes ha recibido la confirmación de la presencia de la toxina.

Este producto fabricado por la conservera gallega Frinsa del Noroeste, y del que vende 1,35 millones de unidades al año, esto es, unas 3.560 por día.

Fuentes de DIA han apuntado que la contaminación se ha debido producir en la fase de producción, bien en la materia prima o en el proceso de esterilización durante el "latado".

El grupo ha pedido a sus clientes que hayan adquirido latas del lote afectado que devuelvan el producto en su tienda más cercana, al tiempo que va a intentar contactar con aquellos susceptibles de haber adquirido este producto "utilizando todos los canales que sean necesarios".

La cadena de supermercados ha lamentado los "inconvenientes que haya podido causar" y ha puesto a disposición de los clientes un teléfono 24 horas (912170453) para atender dudas.

"El brote está limitado a cuatro casos, tres de los cuales han sido dados de alta, y no hay constancia de más afectados", aseguran a EFE fuentes de las autoridades sanitarias.

En junio de 2016 se registró otro episodio de intoxicación por esta toxina, después de que bomberos del parque de Palfrugell (Girona) compartieron una comida y dos de ellos tuvieran que ser ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Josep Trueta.

En aquella ocasión, un tarro de judías blancas cocidas en mal estado fue el causante del brote.

Anteriormente a estos casos, en 2007 las autoridades del gobierno vasco notificaron la aparición de botulismo debido al consumo de conservas de alchachofas, y en septiembre de ese mismo año, dos bebés -uno en Córdoba y otro Huelva, resultaron afectados.

La toxina botulínica, que crece en medios neutros o alcalinos donde no hay oxígeno, puede desarrollarse en cualquier alimento que no sea tratado de forma adecuada, aunque generalmente está asociada a los envasados domésticos y conservas caseras, y en raras ocasiones se desarrolla en envases de procesos industrializados.

Las circunstancias que generalmente propician su aparición y desarrollo son el lavado defectuoso del alimento, el cierre no hermético del envase con posterior contaminación y la temperatura inadecuada.

El bacilo fue descubierto en 1896 por el doctor Van Ermengen y al igual que la enfermedad, adoptó su nombre de la palabra "botulus", salchicha, el alimento que más brotes de esta enfermedad causó en un principio.