Un padre, con una orden de alejamiento de su expareja, realizó presuntamente quemaduras a su hijo de cuatro años con un cigarro en Palma. La víctima presentaba lesiones en un brazo, en la axila y en la región lumbar. La Policía Nacional le ha detenido por malos tratos en el ámbito familiar.

La pareja está en trámites de separación y la custodia del pequeño recae en la madre. Sobre el progenitor se dictó una orden de alejamiento de ella y las visitas a su hijo las realiza en un punto de encuentro del Consell de Mallorca.

Precisamente al cabo de una de estas visitas, la madre reparó en unas pequeñas lesiones que presentaba su hijo. Entonces no les dio mayor importancia. Sin embargo, al ver que estas marcas comenzaban a empeorar, decidió llevar al pequeño al pediatra de un PAC de Palma.

La exploración de los facultativos desató las alarmas. El pediatra apreció que las lesiones que presentaba el niño eran compatibles con un posible caso de malos tratos en el ámbito familiar. De hecho se asemejaban a quemaduras de cigarrillo. Este extremo fue confirmado por el propio niño, que no dudó en señalar a su propio padre como el presunto autor de las mismas.

A tenor de esta diagnóstico, la madre del menor acudió el pasado 19 de agosto a dependencias judiciales. Una vez allí, decidió interponer la correspondiente denuncia ante el Juzgado de Instrucción número 10 al padre de su hijo por un presunto delito de malos tratos al menor de cuatro años.

La denuncia de la madre en el juzgado se sumó al parte judicial remitido a la Policía Nacional por el especialista del PAC de Palma que había examinado al niño.

Agentes de la Unidad de Familia y Menor (Ufam) de la Policía Nacional se encargaron de la investigación del caso. Todos los indicios recabados apuntaban a que se encontraban ante un posible caso de malos tratos. Tras citar al padre en las dependencias policiales para tomarle declaración, procedieron a su detención.

Violencia machista

Tras el arresto, el progenitor, de 33 años, fue puesto a disposición judicial el pasado jueves de 22 agosto. El juez le dejó en libertad con cargos y con una orden de alejamiento de su expareja y de su hijo.

Ante los claros indicios de que la lesiones que presentaba el niño de cuatro años fueran compatibles con un episodio de violencia machista, presuntamente canalizado a través del menor, el caso fue derivado al juzgado de violencia contra la mujer para que instruyera el sumario.