Más de 40 personas, según el director insular de la Administración general del Estado en las Pitüses, Enrique Sánchez, fueron detenidas ayer por la Guardia Civil por participar en una fiesta ilegal en una zona de bosque protegida de Platges de Comte, cerca de la Torre d'en Rovira, en Eivissa. A primera hora de la mañana de ayer, durante el primer momento del operativo para disolver esta 'rave' ilegal, un policía local se vio en la necesidad de realizar un disparo al aire para evitar ser agredidos por la multitud.

Al menos tres policías locales y dos guardias civiles resultaron heridos de diferente consideración y fueron atendidos en el lugar, según la Guardia Civil. Desde el Ib-Salut añaden que fueron trasladados a Can Misses dos participantes en la fiesta: una mujer española de 27 años y un varón italiano de unos 30 años.

El comandante de la Guardia Civil de Ibiza, Enrique Gómez, explicó ayer que la fiesta se inició la noche del sábado con la asistencia de alrededor de mil personas, y que tuvieron conocimiento de ella después de ser avisados por la Policía Local de Sant Josep a primera hora de la mañana de ayer. "En el momento en que interviene la policía local de Sant Josep con la Guardia Civil calculamos que habría más de doscientas" personas, relató Gómez, y añadió: "Cuando se interviene para decirles que se tienen que disolver y parar la música porque es ilegal y porque se encuentran en una zona protegida, se niegan a hacerlo, provocan a los agentes y llegan a agredirles, lesionando a varios de ellos".

En ese momento, y ante la gravedad de la situación (asistentes a la fiesta echan mano de todo lo que pueden: palos de hierro, piedras..., apuntan las mismas fuentes), pidieron "apoyo y se movilizan recursos de toda la isla, tanto de guardia Civil como de policías locales de Sant Josep, Santa Eulària y Sant Antoni, reuniéndose más de cuarenta agentes de los cuatro cuerpos de seguridad para poder intervenir los equipos de música, parar la fiesta y proceder a las detenciones de los organizadores y de la gente que había atendado contra los agentes de la autoridad", agregó el comandante de la Guardia Civil.

Agresores fueron muy agresivos

Desde el Ayuntamiento explicaron que en un primer momento, los agentes se limitaron a controlar los accesos a la fiesta y, cuando se acercaron para instar a los asistentes a abandonar la zona, "se han encontrado con una fuerte resistencia, con gente con una actitud bastante agresiva. En ese momento había en la fiesta alrededor de 200 personas. Los agentes han sido expulsados y es entonces cuando han pedido ayuda a la Guardia Civil". Santa Eulària y Sant Antoni también enviaron patrullas y se desplazaron a la zona miembros de Protección Civil y dos ambulancias.

Desde el consistorio calcularon que había al menos 40 detenidos, y confirmaron que dos de sus agentes resultaron heridos. "Les han atacado con elementos contundentes, con todo lo que tenían a mano, y un agente ha tenido que disparar al aire", afirmaron.