Varios coches que estaban estacionados ayer en la calle Carles I, junto al nuevo parque del canódromo, sufrieron desperfectos por un fuego que se declaró en una zona llena de rastrojos.

El fuego se extendió muy rápidamente por el espacio donde estará la futura acera, actualmente lleno de hierba seca. Las llamas se extendieron a la lona que cubre la valla de la zona de obras donde se está ultimando el parque del Canódromo, y dañaron varios coches que estaban aparcados muy cerca.

El fuego fue extinguido por los mismos operarios que trabajaban en la zona y apenas afectó a una zona de unos veinte metros lineales, aunque la humareda provocó la alarma en el vecindario.