La prematura muerte de Thomas Hoher salvará otras vidas. La familia del joven austriaco, de 23 años, turista alemán que el pasado jueves sufrió una caída por las escaleras de un restaurante de s'Arenal en la puerta de un restaurante de la Playa de Palma, decidió donar sus órganos.

El trágico incidente tuvo lugar sobre las nueve y media de la noche del pasado jueves en la puerta del restaurante Duque's de la Playa de Palma, situado en el número 5 de la calle Trasimé. Thomas había acudido al establecimiento y, de repente, perdió el equilibrio cuando estaba a punto de bajar tres escalones.

Pese a la escasa altura, el joven chocó fuertemente la cabeza contra el suelo. El fuerte golpe le provocó un gravísimo traumatismo craneoencefálico del que ya no lograría recuperarse. El impacto le dejó tendido completamente inconsciente.

Algunos testigos aseguraron haberle visto tambaleándose momentos antes de la fatal caída, presuntamente por una desmedida ingesta de alcohol. Algo desgraciadamente muy habitual en la Playa de Palma.

Los testigos del incidente avisaron rápidamente a los servicios de emergencia. Las asistencias sanitarias del Ib-salut se desplazaron hasta la puerta del restaurante de la Playa de Palma a bordo de una UVI móvil. También acudieron efectivos del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional para averiguar cómo se habían producido los hechos.

Desde el primer momento, los facultativos se percataron de la crítica situación que atravesaba el joven austriaco. Sus esfuerzos se centraron por tanto en tratar de estabilizar sus constantes vitales antes del traslado en ambulancia.

Asimismo, el personal sanitario dio preaviso hospitalario a Son Espases para que se activara el denominado código trauma.

Una vez que las asistencias sanitarias determinaron que el joven austriaco era apto para el traslado, condujeron a la víctima hasta el hospital de referencia de Balears. Thomas ingresó directamente en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Profunda solidaridad

El joven austriaco, natural de la localidad de Waidhofen an der Thaya, no pudo superar las graves lesiones que presentaba como consecuencia del fortísimo traumatismo craneoencefálico sufrido. Tres días después del fatal accidente, falleció en Son Espases.

Tras comunicarles el fallecimiento, su familia hizo un ejercicio de la más profunda solidaridad. Decidieron donar los órganos de Thomas para que pudiera salvar otras vidas.