La Guardia Civil arrestó el pasado martes en el hospital de Son Espases a la mujer de 51 años que el pasado 5 de julio presuntamente pegó fuego a su casael pasado 5 de julio presuntamente pegó fuego a su casa, en Bunyola, de donde iban a desahuciarla. La vecina sufrió graves quemaduras en las piernas por las que tuvo que permanecer en el hospital hasta el lunes. En cuanto recibió el alta fue detenida como supuesta autora de un delito de incendio con grave riesgo para las personas. Esa misma tarde fue conducida a disposición del juzgado de guardia, que ordenó su ingreso en prisión.

El fuego se declaró a la una del mediodía del pasado 5 de julio en la casa en la que residía la mujer, en el número 16 de la calle Santa Catalina Thomàs de Bunyola. El fuego provocó grandes daños en el domicilio y obligó a desalojar a numerosos vecinos.

Los residentes mostraron desde un primer momento sus sospechas de que la mujer podría haber provocado el incendio. Tenía pendiente una orden de desahucio y en los últimos tiempos había llenado la fachada de la casa con pintadas contra los bancos. Varios testigos la vieron salir inmediatamente antes de que se detectara el fuego, con graves quemaduras en las piernas, e indicaron que olía fuertemente a gasolina.

La mujer tuvo que ser ingresada en Son Espases a causa de las quemaduras. Mientras tanto, la Policía Judicial de la Guardia Civil inició una investigación para determinar el origen del fuego. Los agentes del Laboratorio de Criminalística realizaron una detenida inspección ocular en el interior del domicilio y llegaron a la conclusión de que se había tratado de un fuego intencionado. Todos los indicios apuntaban a la mujer, que estaba a punto de ser desahuciada.

La sospechosa ha permanecido durante estas tres semanas ingresada en el hospital recuperándose de las lesiones. Finalmente, el martes recibió el alta y un equipo de la Policía Judicial se desplazó hasta el centro médico, donde se llevó a cabo su detención.

Esa misma tarde la detenida fue conducida por la Guardia Civil al juzgado de instrucción número 2 de Palma, que estaba de guardia. La mujer todavía presentaba claras señales de las lesiones que había sufrido en las piernas , pero se desplazaba por su propio pie sin aparentes problemas.

La detenida prestó declaración en el juzgado, que decretó su ingreso en prisión provisional sin fianza. Esa misma tarde fue conducida a la cárcel de Palma.

Al parecer la mujer iba a ser desahuciada de su casa, pero había llegado a un acuerdo con la entidad bancaria, que le permitió seguir residiendo en el inmueble hasta que se formalizara su venta. El 5 de julio varios testigos la vieron salir del domicilio con dos maletas apenas unos minutos antes de que se detectara el fuego. Notaron que olía fuertemente a gasolina.

El fuego alcanzó grandes proporciones. Tuvieron que intervenir varias dotaciones de los Bombers de Mallorca y las llamas causaron grandes daños en el inmueble. Numerosos vecinos fueron desalojados de sus casas pero no se registraron más heridos pese a la gran carga de fuego.

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