Un niño de diez años fue rescatado ayer por la tarde por una socorrista que es encontraba fuera de servicio en Can Pere Antoni. Según relata el Institut Balear d'Emergències, se había cerrado la playa con bandera amarilla y roja en la corriente balizada, dejándolas en la orilla como aviso para los bañistas. La joven, llamada Macarena, se encontraba jugando a voleibol tras finalizar su jornada cuando vio al pequeño cerca de la línea de boyas ahogándose.

La socorrista se lanzó al agua y nadó cerca de 200 metros para llegar al menor que, agotado por el esfuerzo, se desmayó. Una vez con el niño esperó a que llegase ayuda.

Minutos más tarde una lancha del práctico del puerto trató de subirles a la embarcación, pero la situación del mar era tan complicada que fue imposible hacerlo. Finalmente, con la ayuda de un aro salvavidas, la socorrista volvió a la orilla remolcando al menor.

El pequeño fue trasladado al hospital donde se encuentra fuera de peligro.