Una joven vecina de Palma, de unos 20 años, ha denunciado que fue violada por un hombre el pasado fin de semana en Galicia cuando fue a una boda de un familiar. La víctima viajó a la península con motivo de la celebración del matrimonio de un allegado. Una vez allí, conoció a un chico y entablaron una conversación. Al día siguiente, el pasado sábado, ambos volvieron a coincidir. Según la versión de la perjudicada, él la llevó a una zona descampada donde la agredió sexualmente.

La joven denunció la violación. La Policía Judicial está investigando el caso, así como un juzgado de Palma, que ya ha abierto diligencias. Los hechos tuvieron lugar en Galicia, pero al cabo de tres días, una vez la perjudicada regresó a la isla, fue explorada en el hospital de Son Llàtzer, en Palma.

Allí, los médicos detectaron diversas lesiones como marcas y arañazos en las piernas. En ese momento, a principios de esta semana se activó el protocolo de agresión sexual en Palma. Un forense de guardia también se movilizó y acudió al centro hospitalario para examinar a la paciente afectada.

La víctima relató que había acudido a Galicia para ir a la boda de un familiar. Una vez allí, conoció el pasado fin de semana a un joven con el que empezó a llevarse muy bien. Ambos conectaron. Al día siguiente volvieron a verse. Fue el pasado sábado cuando salieron juntos. Según la perjudicada, el sospechoso la llevó hacia una zona descampada.

Agresión sexual

En ese lugar, él empezó a tocarla y le quitó la ropa interior. El hombre tuvo sexo completo con la joven, pese a que ella se opuso y le dijo que no quería. Acto seguido, continuó forzándola y la obligó a realizar otras prácticas sexuales. La víctima recalcó que no quería tener sexo con él y que así se lo indicó.

Posteriormente, la perjudicada denunció que había sido agredida sexualmente. A principios de esta semana y una vez la joven ya había vuelto a Mallorca, fue visitada por el médico.

La paciente fue explorada por los especialistas del hospital de Son Llàtzer. Presentaba diversas lesiones. Los facultativos activaron entonces el protocolo de agresión sexual y dieron parte a las autoridades de la isla, quienes iniciaron las pesquisas correspondientes.

Un juzgado de instrucción de Palma abrió diligencias y, una vez avancen las averiguaciones, el caso podría acabar en un juzgado gallego, ya que fue allí donde ocurrieron los hechos. El caso sigue bajo investigación.