El Centro Nacional para niños desaparecidos y explotados de Estados Unidos dio la voz de alarma. Una serie de vídeos pornográficos de contenido pedófilo, procedentes de Balears, se estaban distribuyendo por internet. La Policía Nacional detuvo a un hombre en Palma por abusar de su hija, grabarla en vídeo y colgarlos en la red. La Sección Primera de la Audiencia de Palma le condenó este martes por la mañana a 13 años y un día de prisión por los delitos de utilización de menores con fines pornográficos, distribución de pornografía infantil y abuso sexual continuado de menores.

El fiscal y la abogada defensora del procesado alcanzaron un acuerdo de conformidad por el que se rebajó en seis años la petición inicial de pena. De los 19 años que solicitaba en un principio el ministerio público, se ha reducido a 13 años y un día. La sentencia también estableció el comiso y destrucción del material pedófilo intervenido en su domicilio y determinó el alejamiento del encausado de la víctima a más de 500 metros durante ocho años.

La pista detectada en primera instancia por el Centro nacional para niños desaparecidos y explotados (NCMEC, en sus siglas en inglés) desde Estados Unidos había dado con la creación de un perfil en la red social Facebook de contenido pedófilo. Así, el 3 de junio de 2016 se habían compartido desde esta cuenta cinco imágenes de pornografía infantil.

El titular de este perfil, Patricio H.R., residía en Balears. La investigación fue proseguida por expertos del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional en Balears en agosto de 2016. Finalmente se determinó que el sospechoso de haber colgado esos vídeos residía en Palma.

El registro de la vivienda del sospechoso se produjo el 7 de noviembre de 2017. Al practicar la diligencia se confirmaron que las sospechas estaban plenamente fundadas. En el interior del domicilio, los agentes encontraron numeroso material pedófilo, 359 archivos, de prácticas sexuales explícitas. En algunos casos con menores de muy corta edad. Este material pornográfico lo intercambiaba por internet o a través de grupos de WhatsApp. Uno de estos contaba con el inequívoco título de "XXX solo de 12 a 17 años", que contaba con 163 participantes.

"No me queda otra"

En al menos una docena de vídeos, se veía al ahora procesado, de 57 años, que mantenía relaciones sexuales con su hija de 16 años sin protección. Estos abusos los grababa en vídeo y luego los distribuía en la red. Al menos una vez por semana perpetraba este delito. El argumento que utilizaba para convencer a la menor era que dichos encuentros le servirían para comprender los riesgos a los que se enfrentaba con el sexo.

Durante la vista celebrada este martes en la Audiencia de Palma el tribunal preguntó al encausado sí reconocía los hechos de los que se le acusaba. "No me queda otra", respondió. A continuación, el procesado fue conducido a la cárcel de Palma para cumplir la pena de 13 años y un día que le fue impuesta.