Un hombre de 44 años aceptó ayer una pena de cuatro años de prisión por intentar matar a un joven de 18 años en Palma con una botella rota. El fiscal y la defensa alcanzaron un acuerdo de conformidad por el que se rebajó a la mitad la petición de pena. Apreciaron los atenuantes de toxifrenia y de reparación del daño. También se suspendió la ejecución de la condena mientras el procesado se sometía a una terapia para desintoxicarse de su adicción a las drogas.

Los hechos por los que ayer fue juzgado tuvieron lugar sobre las 5.40 horas del 1 de septiembre del año pasado tras una acalorada discusión en un salón de juegos de Palma. En un momento dado, el procesado rompió una botella y se abalanzó sobre un joven de 18 años con la intención de acabar con su vida. El agresor le causó varias heridas a la víctima en zonas potencialmente vitales tales como el cuello, un brazo y una pierna.

Con carácter previo a la celebración de la vista, el acusado, asistido por el abogado Agustín Aguiló, había consignado en el banco una indemnización a la víctima por las lesiones y las secuelas ocasionadas.

El letrado argumentó que la violenta agresión del procesado a la víctima había sido desencadenada al encontrarse bajo los efectos del alcohol y de la cocaína, sustancia a la que era adicto su cliente. Por este motivo, solicitó la atenuante de toxifrenia.

Suspensión de la condena

Al valorar la concurrencia de estas dos atenuantes en este caso, el fiscal accedió a rebajar a la mitad la petición de pena para el encausado por un delito de homicidio en grado de tentativa.

El abogado defensor, asimismo, hizo constar que su cliente tenía plaza para el próximo 8 de agosto para iniciar un tratamiento de desintoxicación y deshabituación del consumo de cocaína. A tenor de este dato, instó a que se suspendiera la condena al procesado mientras se sometía a terapia. Extremo que fue aceptado.