Un incendio intencionado destruyó durante la madrugada de ayer la torre del castillo infantil del Parc de sa Riera, en Palma. El pirómano apiló dos colchones en la base de la atracción y les pegó fuego. Las llamas destruyeron la parte inferior de la torre, que ayer por la mañana tuvo que ser precintada para evitar accidentes. La concejala de infraestructuras de Cort, Angélica Pastor, avanzó que las pérdidas causadas por el fuego superan los 300.000 euros.

El incendio se detectó sobre las cinco de la madrugada. Tras recibir los primeros avisos, dotaciones de los Bombers de Palma acudieron con urgencia. Tuvieron que cortar el candado de uno de los accesos al parque, ya que a esa hora estaba cerrado. Cuando llegaron al lugar los bomberos se encontraron con que la parte inferior de la torre estaba envuelta en llamas. Los bomberos sofocaron las llamas rápidamente, pero no pudieron evitar que el suelo de caucho y los pilares de madera que sustentan la estructura quedaran destruidos por las llamas.

Una vez sofocado el fuego llegó el turno para la Policía Nacional. Agentes del grupo de Policía Científica inspeccionaron el lugar durante toda la mañana en busca de indicios que permitan aclarar la autoría del incendio.

El fuego fue claramente provocado a partir de los colchones colocados en la base de la torre y no se descarta que se utilizara algún producto acelerante, como gasolina.

La concejala de Infraestructuras de Cort, Angélica Pastor, acudió ayer por la mañana a inspeccionar la atracción destruida. "Los pirómanos han cruzado todas las líneas rojas", manifestó. "No podemos consentir estos atentados contra los bienes públicos". Pastor cifró en más de 300.000 euros el valor de los daños causados por el incendio, ya que la torre a todas luces "no es recuperable". La concejala anunció que el Ayuntamiento se personará en los procedimientos judiciales que se abran contra los pirómanos para reclamar las máxima condenas e indemnizaciones posibles. La Asociación de Vecinos de es Fortí condenó este acto vandálico y reclamó al Ayuntamiento más vigilancia y cámaras en la zona.

El Parc de sa Riera ya sufrió otro incendio intencionado la semana pasada, que destruyó un toro mecánico y un montón de césped artificial del campo de fútbol. Esa madrugada quemaron también una furgoneta de Emaya y dos coches en es Camp Redó.

Investigación Una controvertida instalación de 1,1 millones de euros

El castillo infantil del Parc de sa Riera se inauguró en noviembre de 2006 y fue un empeño personal del entonces concejal de Urbanismo, Javier Rodrigo de Santos, que pretendía que fuera una réplica del Castell de Bellver, por el que el Ayuntamiento pagó 1,1 millones de euros. El excesivo precio abonado provocó duras críticas de la oposición municipal, y apenas unos meses después la fiscalía abrió una invesstigación por presunta malversación de fondos públicos. Rodrigo de Santos estaba ya investigado por el empleo de una tarjeta municipal en un prostíbulo. Finalmente la investigación judicial sobre el encargo del castillo quedó sobreseída.