La conductora acusada de matar a la menor Paula Fornés cuando circulaba ebria, sin seguro y con un carné falsificado en junio de 2018 en sa Ràpita ha rechazado un acuerdo con la fiscalía. La mujer ha comparecido hoy en una vista previa del juicio en un juzgado de lo penal de Palma, donde su abogado, el letrado de la acusación particular y el ministerio publico no han acercado posturas. El magistrado ha señalado otra vista para el próximo 27 de septiembre.

Renata G., polaca de 45 años, se enfrenta a una petición del fiscal de cinco años de prisión y una multa de 3.600 euros por delitos de homicidio y lesiones imprudentes, falsedad en documento público y conducción sin permiso. La acusación particular añade los delitos de omisión del deber de socorro y conducción temeraria, y reclama en una condena de 11 años y un mes de cárcel. La defensa, por su parte, solicita la absolución al entender que se vulneraron derechos fundamentales de la mujer y el etilómetro utilizado tras el accidente no cumplía los requisitos legales.

De acuerdo con el relato de la fiscalía, sobre la 1:50 horas del 24 de junio de 2018, la Nit de Sant Joan, la mujer iba al volante de un Skoda Fabia, propiedad de su marido y que no tenía seguro, por la avenida Miramar de sa Ràpita en dirección a Campos. Renata G. había bebido alcohol y tenía sus facultades mermadas. Al llegar a la altura del número 117 de esa calle, el coche invadió habilitado para otros usuarios, y arrolló a dos menores. Una de ellas, Paula Fornés, de 15 años, falleció casi en el acto, y la otra sufrió graves lesiones en la cabeza.

Tras el siniestro, la Policía Local de Campos sometió a la conductora a una prueba de alcoholemia, en la que cuadruplicó la tasa máxima permitida. Además, la mujer carecía de permiso de conducir en vigor y mostró a los agentes un carné emitido en Polonia que según se comprobó después era falso. La fiscalía imputa a la acusado delitos de homicidio y lesiones imprudentes, por el que solicita cuatro años de prisión, y falsedad en documento público, por el que reclama un año de cárcel. Además, pide una multa de 3.600 euros por conducir sin carné.

Los padres y el hermano de Paula Fornés, que ejercen la acusación particular a través de los letrados Daniel Castro y Manuel Ponce, sostienen además que la acusada huyó tras el accidente pese a ser consciente del atropello y sin solicitar asistencia para las víctimas, por lo que le imputan otro delito de omisión del deber de socorro. En su fuga, afirman, circuló poniendo en riesgo a otros usuarios de la vía, lo que a su entender constituye otro delito de conducción temeraria. Por ello, solicitan en total 11 años y un mes de prisión para Renata G.

El abogado de la defensa, Miquel Àngel Ordinas, solicita la absolución de la mujer. El letrado alega que se vulneró su derecho a un proceso con todas las garantías, ya que no se le informó en su idioma de que podía someterse a una prueba de contraste tras dar positivo en el test de alcoholemia. Además, asegura que el etilómetro utilizado por la Policía Local de Campos no cumplía los requisitos legales y, por tanto, la prueba es nula.