Nueva noche de incendios en contenedores de Palma, esta vez en Son Gotleu. Los Bombers han tenido que extinguir en la madrugada de este lunes tres fuegos intencionados que han arrasado seis depósitos de basura y han causado daños en un coche, en un lapso de menos de una hora y en un radio de apenas quinientos metros. Se trata del último episodio de una oleada de vandalismo que ha destruido en el ultimo año y medio unos 400 contenedores de basura y han causado daños de cerca de medio millón de euros.

El primero de los incendios registrados anoche se declaró a las doce y veinticinco de la madrugada, a la altura del número 26 de la calle Benet Pons i Fàbregues. Un fuego intencionado destruyó dos contenedores de una batería de seis, y causó daños en un coche que estaba estacionado al lado.

Los Bombers de Palma acababan de sofocar este incendio cuando recibieron el aviso de que había más contenedores en llamas, en este caso en la calle Santa Florentina, a la altura del pasaje Pico Cebollera. Eran la una y cuatro minutos. Este incendio destruyó otros dos contenedores de una batería y provocó una gran alarma entre los vecinos, que vieron cómo la humareda y la ola de calor provocada por el fuego se les metía en sus casas.

Casi al mismo tiempo, sobre la una y diez, se declaró el tercer fuego intencionado, en este caso en la calle Francesc Julià, frente a la plaza Fra Joan Alzina, a unos cien metros de distancia del segundo. De nuevo quedaron arrasados otros dos contenedores de una batería de cinco.

La oleada de fuegos intencionados en contenedores de basura registrada en el último año y medio se ha saldado ya con seis pirómanos detenidos, sin conexión entre sí. Todos ellos ingresaron en prisión por orden de los jueces. En este tiempo han sido destruidos casi 400 depósitos, lo que supone unas pérdidas para la ciudad de 400.000 euros. Pero muchos de los incendios han provocado también graves daños en coches y fachadas, por lo que los daños totaltes superan el medio millón de euros. Varios de los fuegos provocaron el desalojo urgente de los vecinos, a los que se les metió el humo en su casa, y en una ocasión estuvieron a punto de provocar la muerte por asfixia de un hombre.