El monitor de judo de sa Coma detenido esta semana por presuntos abusos a niños durante los últimos veinte años admitió que había tenido una "relación especial" con algunos de los menores, pero negó que estas relaciones tuvieran connotaciones sexuales. El hombre, de 43 años, quedó en libertad con cargos tras prestar declaración en el juzgado de guardia de Manacor. El juez le imputa varios delitos de abuso sexual y decretó la retirada de su pasaporte y su comparecencia quincenal en dependencias judiciales.
La Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor, que le arrestó tras una investigación que se ha prolongado varios meses, le considera autor de abusos sexuales a un número indeterminado de niñosabusos sexuales a un número indeterminado de niños, a los que habría dado clase de judo durante los últimos veinte años en diferentes centros de la comarca de Manacor. Los investigadores han recopilado por ahora once denuncias de jóvenes, ya adultos, que sufrieron los presuntos abusos cuando eran menores, aunque sospechan que la cifra de víctimas puede ser mayor.
Durante el registro que se le practicó en su domicilio, los agentes encontraron álbumes de fotos repletos de imágenes en los que aparecía el detenido con niños con actitudes excesivamente cariñosas e inapropiadas. Los agentes descubrieron que había hecho algunos regalos muy caros a los niños, como un teléfono móvil de 600 euros.
Tras su detención, el hombre mantuvo una actitud muy fría. Ante la Guardia Civil se negó a declarar y ayer fue conducido a las dependencias judiciales de Manacor, donde se le tomó manifestación, asistido por el letrado Eduardo Luna. En la entrada de los juzgados el hombre fue increpado por varias personas, que le insultaron.
El arrestado negó en todo momento haber sometido a abusos sexuales a los menores. El hombre admitió que había tenido una "relación especial" con algunos de los niños, pero rechazó que estas relaciones tuvieran un componente sexual.
Tras su comparecencia, la fiscal solicitó su ingreso en prisión, pero el juez de guardia decretó su puesta en libertad. El juez le imputa varios delitos de abuso sexual y le prohibió salir del país, le retiró el pasaporte y decretó que comparezca cada quince días en el juzgado.
La decisión de dejarle en libertad provocó sorpresa e indignación entre el vecindario de Sant Llorenç y Son Servera, donde el detenido reside y trabaja, pero donde también viven algunos de los jóvenes que denunciaron los abusos.
El hombre llevaba años dando clases de judo en el polideportivo de Son Servera y en un gimnasio municipal de sa Coma, aunque desde la Federación Balear de Judo informaron de que no tiene licencia de deportista ni está colegiado como árbitro o profesor de judo.
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