La Guardia Civil se está encontrando con dificultades para determinar el número de menores que pudieron sufrir abusos sexuales por parte del monitor de judo detenido el lunes en sa Coma. Los investigadores han recopilado once denuncias, todas referidas a hechos ocurridos hace más de diez años, pero no descartan que haya más casos de hasta veinte años de antigüedad, que fue aproximadamente la época en la que el sospechoso empezó a impartir clases en distintos centros de la comarca del Llevant. Los Guardias apuntan a que en muchos de los casos se trataría de abusos difusos, que pudieran haber pasado inadvertidos por las mismas víctimas.

La investigación que ha conducido a la detención del sospechoso, un conocido monitor de judo de la zona de 43 años, ha sido llevada a cabo por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor, que tuvo conocimiento hace unos meses de los posibles abusos sexuales a menores.

Las gestiones policiales durante este tiempo han permitido recopilar once denuncias de jóvenes, ya adultos, que habrían sufrido estos abusos cuando eran menores, hace entre diez y quince años. Sin embargo, se desconoce hasta cuándo se remontan estas actuaciones. En la mayoría de los casos se trataría de tocamientos y conductas inapropiadas, siempre con chicos varones. La Guardia Civil ha hecho un llamamiento para que las personas que pudieran haber sufrido abusos y lo hubieran callado, se pongan en contacto con los investigadores a través del teléfono 659 955 168.

El sospechoso empezó a dar clases de judo hace unos veinte años, y durante este tiempo ha pasado por varios centros de la zona. La investigación de la Guardia Civil puso de manifiesto que en varios de estos gimnasios se decidió prescindir del monitor porque había indicios de conductas inapropiadas, con demasiada familiaridad hacia los menores, pero nunca se habían traducido en una denuncia formal, por lo que no se le había investigado.

Ha sido ahora cuando la Guardia Civil ha recabado algunas actuaciones que ahora, tras las denuncias recibidas, resultan sospechosas, como el hecho de que invitara a menores a su casa o que a alguno les hiciera regalos caros, como un móvil de 600 euros.

El hombre llevaba más de una década dando clases en el polideportivo de Son Servera, y desde hace varios años también en las instalaciones municipales de sa Coma. Sin embargo, desde la Federación Balear de Judo se informó ayer de que el detenido no tiene licencia de deportista ni está colegiado como árbitro o profesor de judo ni de ningún otro de los deportes asociados a la federación.

El hombre fue detenido el pasado lunes, y ante la Guardia Civil se acogió a su derecho a no declarar. Está previsto que hoy por la mañana sea puesto a disposición judicial.

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