Un español de 40 años ha sido detenido en Palma por la venta a través de internet de teléfonos móviles falsos que imitaban a los fabricados por las grandes compañías, y que previamente adquiría en China a distribuidores. La detención se produjo en el marco de la denominada operación Flash y ha sido practicada por agentes del grupo de Blanqueo de Capitales y Delitos Monetarios.

El detenido, según la investigación, distribuía por toda España los teléfonos que publicitaba en anuncios en conocidas páginas web dedicadas a la compraventa. En la operación han sido intervenidos 83 terminales telefónicos falsos dispuestos para su posterior venta, otros accesorios como cargadores, baterías y auriculares, también falsificados. También se hallaron multitud de cajas vacías de teléfonos ya vendidos y más de 21.000 euros presuntamente procedentes de los beneficios de las ventas, que en el último año alcanzarían los 150.000 euros.