El juzgado de guardia de Valencia acordó ayer de madrugada el ingreso en prisión provisional eludible con una fianza para el capitán y los dos oficiales del carguero Grande Europa Grande Europadetenidos por el incendio intencionado en la embarcación, que se produjo el pasado 15 de mayo en aguas de Cabrera y que causó daños millonarios y estuvo a punto de provocar un vertido catastrófico.

La Guardia Civil detuvo a los tres sospechosos el pasado viernes en Valencia. Un cuatro implicado, otro oficial, fue imputado por el fuego, pero quedó en libertad poco después. Los cuatro investigados son ciudadanos italianos y han proclamado su inocencia. Los tres arrestados pasaron a disposición judicial en Valencia el pasado sábado por la tarde. El magistrado de guardia ordenó prisión con fianza para todos ellos.

Un juzgado de instrucción de Palma investiga el caso. Agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil se desplazaron expresamente desde Mallorca a Valencia para culminar las pesquisas hace unos días, junto con sus compañeros de la Comandancia de Valencia.

Las circunstancias en las que se produjo el incendio en el buque Grande Europa, que cubría la ruta entre Salerno (Italia) y Valencia y transportaba 1.687 vehículos, cuando navegaba a 15 millas náuticas de Cabrera despertaron las sospechas de la Guardia Civil.

El carguero sufrió dos fuegos con un estrecho margen de tres horas. El primero se inició sobre las 0.45 horas en la cubierta tres del barco. En 45 minutos la tripulación consiguió sofocarlo. Sin embargo, tres horas más tarde, sobre las cuatro de la mañana, se declaró el segundo incendio, mucho más voraz, en el puente número ocho. Las llamas se extendieron al puente número nueve.

La tripulación y un gran operativo de Salvamento Marítimo permitieron controlar el fuego y la nave finalmente fue remolcada a Palma. Cinco días después, fue llevada al puerto de Valencia.

Estos dos siniestros ocurridos con apenas tres horas de diferencia en dos puntos alejados no pasaron inadvertidos para los investigadores. Tras una detenida inspección ocular y después de interrogar a la tripulación del buque, la Guardia Civil reunió evidencias que apuntaban a que los incendios fueron intencionados.

Teléfonos móviles

Los agentes visionaron cámaras de videovigilancia y, según señalan los medios de comunicación italianos, analizaron los teléfonos móviles del personal del carguero, lo que les permitió obtener datos relevantes tanto por las llamadas que se realizaron como por los mensajes que se intercambiaron en los que se transmitían consejos en el caso de ser detenidos.

Por último, también se da la circunstancia de que es la tercera vez en siete meses que un barco de la misma naviera se incendia. En octubre de 2018 se pegó fuego el crucero Ausonia, que hacía la ruta entre Palermo y Livorno, y el pasado marzo otro carguero, el Grande América, se incendió y hundió en el Golfo de Vizcaya, frente a la costa francesa, con una carga de coches de alta gama Bentley y Porsche. A ellos, hay que sumar el reciente fuego en el Grande Europa, el pasado 15 de mayo en aguas de Cabrera. Son tres casos distintos, pero muy próximos en el tiempo, lo que incrementa las sospechas. Por otro lado, unos años atrás, a finales de abril de 2015, el Sorrento ardió cerca de sa Dragonera con 157 personas y 135 vehículos a bordo. La Audiencia de Palma archivó el caso al no hallar delito.