La fiscalía reclama una pena de siete años de prisión para un hombre acusado de la agresión sexual en grupo a una joven de 19 años en es Firó de Sóller de 2017. La Audiencia de Palma deberá juzgar al sospechoso, vecino de Sóller de 37 años, quien permaneció un mes en prisión provisionaln mes en prisión provisional por esta causa.

El ministerio público considera al procesado, que carece de antecedentes penales, autor de un delito de agresión sexual cometido por la actuación conjunta de dos o más personas y de otro delito leve de lesiones.

Además de los siete años de cárcel, la acusación pública solicita la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima durante diez años y cinco meses, una multa de tres meses a razón de una cuota diaria de diez euros y la medida de libertad vigilada por tiempo de diez años, que se ejecutará después de la pena de prisión y consistirá en la obligación del encausado de participar en un programa de educación sexual. En concepto de responsabilidad civil, el fiscal pide una indemnización de 3.175 euros para la perjudicada por los menoscabos físicos que sufrió y por los daños morales.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 15 de mayo de 2017 cuando se celebraba la popular fiesta de es Firó de Sóller. Sobre las cinco y media de la tarde, después de la segunda batalla de moros y cristianos en la zona de Can Repic, una joven de 19 años se detuvo a saludar a un conocido y se quedó rezagada de su grupo de amigos. Perdió el contacto visual con sus allegados por la aglomeración de gente.

Puente de Can Repic

Cuando la chica reemprendió la marcha y cruzaba el puente de Can Repic, un individuo le dio una palmada en las nalgas. El hombre le preguntó si era un trozo de carne y él mismo le dijo que sí y del bueno, según el fiscal.

A continuación, espetó a la joven que como no le daba permiso para tocarle el culo, le iba a tocar las tetas. Acto seguido, este hombre y otros tres individuos que le acompañaban rodearon a la víctima sin dejarla escapar. Según la fiscalía, dos de ellos, entre los cuales estaba el procesado, se colocaron delante y los otros dos, detrás. En ese instante, el grupo procedió a pintar la cara con betún a la muchacha "mediante el uso de la fuerza", lo que le causó una contusión ocular izquierda, según detalla el escrito de acusación.

Los hombres sometieron a tocamientos íntimos a la perjudicada en las nalgas y los pechos mientras los de detrás la agarraban. Además, intentaron bajarle por la fuerza los pantalones tipo short que llevaba, si bien no lo lograron por la oposición de la víctima unida a la sujeción del cinturón, según el fiscal. En ese momento, el acusado supuestamente introdujo la mano por la parte inferior del short para tocarle la zona genital, pero no lo consiguió porque ella se protegió con las manos.

Al final, la denunciante logró huir y pedir ayuda a la Policía Local de Sóller. La perjudicada sufrió una contusión ocular y un hematoma en un brazo, lesiones de las que tardó en curar cinco días. Según el juez instructor, la joven se quedó bloqueada y sufrió una situación de gran desasosiego y angustia. Ese mismo día, denunció los hechos ante la Policía Local. La Guardia Civil detuvo al sospechoso al día siguiente. El hombre estuvo cerca de un mes en prisión. Siempre negó los cargos. Únicamente reconoció que le pintó la cara con pintura negra, algo habitual en la popular fiesta sollerica.