La magistrada de instrucción 2 de Palma destacó el jueves, en su auto de ingreso en prisión de un presunto pirómano, que actuaba en la zona de la calle General Riera de Palma, que el sospechoso padece "inestabilidad mental", lo que incrementa el riesgo de que cause más fuegos.

La jueza destaca la gravedad de los hechos imputados al detenido, de 62 años, al que la Policía atribuye al menos un incendio en un contenedor, del que fue testigo una mujer.

El auto de prisión también menciona que sobre esta persona pesan sospechas de ser el autor de otros delitos, de los que habrían sido víctimas ocho mujeres a las que habría abordado y golpeado en plena calle.

La Policía localizó en casa del detenido 54 unidades de "truenos detonantes", unos petardos que posiblemente usó para dar fuego a los contenedores de basura.

La testigo relató a los investigadores que el arrestado arrojó un objeto al interior de un contenedor y luego lo empujó al centro de la calle. El elemento de mobiliario urbano empezó a arder poco después.