Los supuestos pagos de Svetlana para acabar con la vida de su marido no quedaban circunscritos a una sola persona. Otro testigo confesó ayer en la Audiencia de Palma, ante el tribunal del jurado, que la procesada le habría ofrecido dinero en su domicilio de Cala Millor para matar a Horst Hans Henkels, su marido. El habría rechazado la oferta y se marchó de la vivienda.

Según el relato de este testigo, la encausada habría acudido a un establecimiento situado frente a la gasolinera de Cala Millor. Una vez allí, Svetlana habría pagado unos cien euros al testigo, supuestamente, para comprar droga, aunque el compareciente no lo precisó.

El testigo sí admitió que mostró interés en el coche de la encausada y la acompañó hasta su domicilio. Fue en el inmueble del número 12 de la calle Bellavista de Cala Millor donde Svetlana le habría hecho la proposición criminal. "Me dijo si podría matar a su marido y me marché de su casa", declaró lacónicamente.

Esta declaración del compareciente de ayer en la que reconocía que la procesada le ofrecía supuestamente dinero por matar a su esposo se produjo apenas un día después de que otro testigo confesara haber recibido una oferta similar. No obstante este fue mucho más explícito. "Me compró un gramo de cocaína y me dijo que me ofrecía 50.000 euros por matar a su marido. Como estaba borracha y drogada no me lo creí y nos echamos a reír", indicó aludiendo a unos amigos allí presentes.

Durante la vista celebrada ayer en la Audiencia de Palma también compareció el médico de urgencias que la atendió el día que fue hallado el cadáver de Horst Hans Henkels en su domicilio de Cala Millor. "Presentaba una mezcla de alcohol y otras sustancias. Se quejaba de dolor en el hombro derecho. Había sufrido la fractura de húmero hace tiempo", indicó el facultativo.

Completamente desorientada

Por su parte, la psiquiatra que atendió a Svetlana el 1 de abril de 2016 ansiolíticos, tras el hallazgo del cadáver y su posterior detención, resaltó que la paciente se encontraba completamente desorientada. "No sabía qué hacía en el hospital", puntualizó. La facultativo abundó que la mujer "habría mezclado alcohol con ansiolíticos. Una sustancia potencia los efectos de la otra", precisó.

Varios médicos y enfermeros, cuya comparecencia fue solicitada por la defensa de la procesada, describieron anteriores episodios de mordeduras de sus perros anteriores episodios de mordeduras de sus perrosque habría sufrido la víctima. La inmediatamente anterior al hallazgo de su cadáver habría tenido lugar en diciembre de 2015.

En la cuarta sesión del juicio, que tendrá lugar hoy, está previsto que se practique la prueba pericial con la presencia de los forenses que realizaron la autopsia del fallecido y el informe toxicológico de posibles sustancias encontradas en su organismo.