P Hoy le dan una mención honorífica por su actuación tras el asesinato de Sacramento Roca en Palma

R Yo estaba frente al colegio Pedro Poveda porque mi hijo estudia allí e iba a recogerlo. Estaba esperando en la puerta junto a un amigo, Xisco, que es policía local de Llucmajor. Eran las cinco menos cuarto. Entonces vimos pasar a una persona corriendo y poco después llegó un chico detrás de él diciendo que había apuñalado a una mujer.

P ¿Ustedes se habían fijado en él antes?

R No, le habíamos visto correr pero no le habíamos prestado atención. Entonces Xisco y yo salimos detrás de él. A unos doscientos metros, al final de la calle, ya no pudo seguir, se paró y se giró hacia nosotros.

P ¿Y cuando se giró vieron que llevaba el cuchillo en la mano?

R El puñal, era un puñal. Al ver que iba armado mantuvimos la distancia de seguridad. Y entonces me di cuenta de que le conocíame di cuenta de que le conocía, que habíamos estado trabajando juntos. Le dije: Rafa, ¿qué has hecho? Cuando le llamé por su nombre empezó a temblar. Intentamos convencerle para que tirara el cuchillo y él repetía: Me he buscado la ruina. Pero lo más importante era que tirara el cuchillo, porque imáginese que se revuelve y va otra vez hacia el colegio, en el momento que salían los niños, la que podría haber liado. Pero después de hablar con él dos o tres minutos, se derrumbó y tiró el cuchillo.

P ¿Y durante estos minutos les amenazó con el puñal?

R A nosotros no tanto. Estaba ofuscado con el chico que le persiguió desde la tienda de muebles. Le decía: No te acerques que a ti sí te voy a dar. Como si le echara la culpa de que por él le hubiéramos retenido. Pero si no le hubiéramos cogido allí le habría cogido la Policía poco después. Daba igual.

P Y finalmente consiguieron calmarle.

R Sí, cuando conseguimos que tirara el cuchillo Xisco fue hacia él para tranquilizarle y yo aparté el arma de una patada, como medida de seguridad. Entonces nos quedamos con él, tratando de que estuviera tranquilo hasta que llegó la Policía Local y Nacional, que se hizo cargo de él.

P ¿Y en este tiempo llegó a decir algo, a explicar lo que había hecho?

R No, solo lloraba y decía que se había buscado la ruina, nada más. Y nosotros tratábamos de tranquilizarle todo el rato.

P Usted en ese momento tampoco era consciente de lo que había pasado en Conforama.

R No, no... Hasta que llegó la Policía y las ambulancias, que vinieron cuatro, no nos dimos cuenta de que había pasado algo tan grave.

P ¿Y cuando se enteraron de que la mujer estaba muerta?

R Yo no me enteré hasta las seis, una hora más tarde. Porque cuando pregunté me dijeron que la estaban reanimando. Pero con tanto rato reanimándola, ya pensé que algo no iba bien.

P El asesino, Rafael Pantoja

R Cuando estuve de responsable en Festival Park él estuvo trabajando conmigo.

P ¿Y durante este tiempo notó algo raro en él?

R No, yo nunca tuve ninguna queja de él. Tenía un comportamiento perfecto.

P Durante todo el tiempo que lleva trabajando como vigilante, ¿alguna vez se había encontrado con una situación parecida?

R Como esta no. Esto fue algo totalmente fuera de lo común. Y me afectó, porque a él le conocía, y lo sentí mucho por la mujer.

P ¿Y otros servicios destacados en los que haya participado?

R Bueno, cuando estaba en Festival Park hubo un incendio en un restaurante. Había extintores y pudimos apagar el fuego antes de que llegaran los bomberos. También hicimos muchas intervenciones por hurtos, robos o peleas.

P ¿En dónde está trabajando usted ahora?

R En el servicio de movilidad, atendiendo las alarmas. Cuando se dispara una alarma vamos al lugar para comprobar qué ha ocurrido.

P Los vigilantes de seguridad son noticia a veces por casos negativos, como abusos o denuncias de agresión. ¿A qué lo atribuye?

R No lo sé, pero esas noticias no son un reflejo de la realidad, de los cientos de vigilantes que trabajan cada día con profesionalidad.

P También es un sector que padece mucho intrusismo.

RSí, todavía hay mucho intrusismo, y por lo general son los que provocan estos casos negativos de los que me hablaba.