Un empleado de una empresa de fontanería se aprovechaba de la confianza que depositaban en él para sustraer objetos valorados en 50.000 euros. Mientras, su pareja se encargaba de ponerlos a la venta en un portal de internet y aportaba su teléfono de contacto. La Policía Nacional ha detenido a los dos por el robo de más de 8.000 objetos a la firma afectada.

Los robos se calcula que comenzaron hace dos años. Cuando nadie se encontraba en la nave, el ladrón, de 31 años, robaba todo tipo de objetos a su antojo. Aparatos de aire acondicionado, grifería, duchas, toalleros, colgadores, tapaderas, tornillería y otros elementos a los que podía dar fácil salida los sustraía sin complicaciones y los cargaba en el maletero de su coche.

El 'modus operandi' del fontanero-ladrón consistía en esperar a que acabara su jornada laboral como trabajador de esta importante empresa de fontanería. A continuación cogía su vehículo particular. Tras dar una vuelta a la manzana del polígono, simulaba que se marchaba antes de volver sigilosamente a la nave y robar a su antojo.

Ante los continuos robos que habían sufrido, a principios del pasado mes de mayo los gerentes de esta empresa de distribución de importantes marcas de decoración de baños y de aparatos de aire acondicionado interpusieron una denuncia ante la Policía Nacional. Las principales sospechas ya apuntaban hacia personal de su empresa, pero no acertaban a determinar de quién se trataba. Muchos de estos objetos sustraídos ya los habían encontrado puestos a la venta en conocidas aplicaciones de internet.

Tras una investigación de más de un mes, los agentes encargados del caso encontraron un 'zulo' preparado en un trastero de una finca de Can Pastilla donde se escondían muchos de estos artículos sustraídos. En un registro encontraron más de medio centenar de objetos robados y cajas vacías que correspondían a otros puestos a la venta.

Su pareja sentimental jugaba un papel crucial en los robos. De hecho, se encargaba de poner a la venta el material sustraído en internet. Para ello aportaba su teléfono de contacto para quedar con los posibles compradores.

Hasta el momento se ha acreditado el robo de más de 8.000 efectos, valorados en más de 50.000 euros, en los últimos años. Los responsables de la empresa se mostraron muy sorprendidos cuando los investigadores les desvelaron el nombre del ladrón.