Una pareja aceptó ayer un año de prisión y 16.000 euros de multa por tener un invernadero de marihuana en un chalé de Algaida. En la vivienda tenían 431 plantas, 34 lámparas para potenciar su crecimiento y más de un kilo de cogollos. Además, habían realizado una conexión irregular a la red eléctrica para no pagar la factura. Los dos se declararon autores de delitos contra la salud pública y defraudación de fluido eléctrico.

Los dos procesados comparecieron en un juzgado de lo penal y admitieron que tenían la marihuana para traficar con ella. La plantación fue desmantelada en febrero de 2018, cuando la Guardia Civil llevó a cabo un registro en la vivienda situada en el camino de Son Colt. Los investigadores encontraron en el sótano 378 plantas y 16 lámparas halógenas, así como dos aparatos de aire acondicionado. En el primer piso hallaron otras 53 plantas ya secas, un triturador, 18 focos halógenos, un extractor y una báscula digital. En otra habitación había una botella llena de cogollos secos, con un peso de 1.100 gramos.

La Guardia Civil descubrió también que habían realizado una conexión irregular a la red eléctrica para no pagar el alto coste de la luz que precisaban las plantas. En total, defraudaron a la compañía 5.250 euros, de los que ya han abonado la mitad.

La pena de prisión queda suspendida durante tres años si saldan esta deuda y no delinquen.