"¡Fuego, fuego!", gritó uno de los residentes después de que una llamarada le despertara abruptamente de madrugada en la vivienda donde residía de alquiler en el barrio palmesano de La Soledat Palma. Tras avisar a los otros dos moradores, los tres saltaron a la calle por la ventana de la habitación del primero. El casero del inmueble se enfrenta a una pena de 15 años por los delitos de incendio, lesiones y quebrantamiento de medida cautelar. La vista previa al juicio se celebra hoy en la Audiencia Provincial de Palma.

Los hechos por los que será juzgado el acusado tuvieron lugar sobre las dos de la madrugada del 10 de diciembre de 2016 en un inmueble situado en el número 70 de la calle Son Nadal, en el barrio palmesano de La Soledat. Pese a que tenía en vigor una orden de alejamiento del inmueble, el procesado se acercó, presuntamente para prenderle fuego.

"Ánimo de calcinarla"

Según recoge el fiscal en su escrito de acusación, Antonio E.C, que contaba entonces con 41 años, se dirigió hacia la vivienda "guiado por el ánimo de calcinarla". Así, de acuerdo con el ministerio público, "levantó la persiana del salón y prendió fuego a la cortina, que rápidamente se propagó por el resto de la estancia".

Una lengua de fuego despertó al primero de los residentes. Inmediatamente avisó a las otras dos personas para que abandonaran a toda prisa la vivienda. El inmueble estaba siendo consumido por las llamas. Los tres saltaron por la ventana hasta la calle para lograr ponerse a salvo.

Cuando se encontraban en la vía público gritaron "¡fuego, fuego!" para alertar al resto de los vecinos del edificio. El humo ya se había extendido hasta la tercera planta. Los residentes de la vivienda del bajo contiguo también tuvieron que abandonar la vivienda por la ventana. Las llamas le cerraban el paso por las zonas comunes del edificio.

Los tres inquilinos sufrieron intoxicación por inhalación de humo. Además, la vivienda donde residían quedó completamente arrasada por el fuego y todos los objetos que habían en el interior quedaron destruidos. Uno de los moradores sufrió quemaduras en la cara, en la nariz, en las orejas y en la región malar. De hecho le ha quedado como consecuencia una cicatriz en la región nasal. Otro de los residentes sufrió quemaduras en dos dedos de una mano.

El fiscal considera que el encausado presunto autor de un delito de incendio. Por este motivo solicita para el procesado la pena de 15 años de prisión. Mientras, por el quebrantamiento de medida cautelar pide una multa de 7.200 euros y 900 euros por las lesiones.