Noche de fuego en PalmaEl pirómano desplegó una actividad frenética la madrugada con tres incendios de contenedores en algo más de dos horas. Los bomberos tuvieron que multiplicar su actividad para apagar las llamas y evitar que edificios y coches resultaran afectados.

El primero de los incendios se registró poco después de la medianoche en el número 18 de la calle Guadiana, en el barrio palmesano de Son Cladera. El fuego se localizó en las inmediaciones del club deportivo y era la antesala de lo que aún estaba por venir.

Una dotación de Bombers de Palmaantes de que se propagaran más. Los contenedores quedaron destrozados y regresaron al parque una vez que el fuego estaba extinguido.

El pirómano se tomó un respiro antes de volver a actuar con bríos renovados algo más de dos horas después. Hasta el punto de que llegó a poner en jaque a los servicios de extinción al no poder dar abasto a la sucesión de fuegos en distintos puntos.

Así, poco después de las dos y media de la madrugada, el incendiario volvió de nuevo a las andadas. En vez de un lugar apartado, se decantó por un lugar mucho más céntrico de la capital balear. Este nuevo fuego intencionado afectó a los contenedores situados en el número 43 de la calle Aragón, a escasa distancia de un centro comercial.

De nuevo, una dotación de Bombers de Palma acudió hasta el lugar para sofocar las llamas. Aunque en este caso tuvieron que actuar con más celeridad que de costumbre. Cuando aún no habían extinguido este fuego por completo, recibieron el aviso de otro incendio a muy pocas calles de distancia.

Edificios en peligro

Con menos de diez minutos de diferencia entre uno y otro se recibió el aviso de un nuevo incendio de contenedores en la calle Jafudà Cresques de Palma, a la altura del número 41.

Además, el riesgo se multiplicó ante la proximidad de estos depósitos de residuos a varios edificios y a los coches estacionados en la vía pública. Los bomberos sofocaron este nuevo incendio y solo los contenedores resultaron dañados por el fuego.

Asimismo, agentes de la Policía Nacional y de la Policía Local también se movilizaron rápidamente para tratar de atrapar al pirómano. Algunos transeúntes aseguraron haber visto a un sospechoso merodear por las inmediaciones y abandonar el lugar en un coche, pero no pudo ser interceptado.

Esta hiperactiva actuación del pirómano, la madrugada del sábado, responde a una suerte de revancha después de que el jueves intentara quemar contenedores en la calle Marian Aguiló y no se saliera con la suya. El fuego fue sofocado antes de que causara daños en los depósitos.