Un juzgado de Palma ha condenado este miércoles a un joven alemán a una multa de 720 euros por herir de gravedad a otro hombre extranjero de un puñetazo en la cara en s'Arenal en mayo de 2016.

El perjudicado sufrió varias fracturas en el rostro, permaneció hospitalizado cinco días y tardó 90 días en curar de las severas lesiones sufridas. Tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en su país por una de las heridas faciales que presentaba.

El acusado, de 26 años, ha reconocido este miércoles los hechos ante la sala y se ha declarado autor de un delito de lesiones. Inicialmente, la fiscalía reclamaba para él una pena de dos años de prisión, pero este miércoles ha rebajado su solicitud al apreciar la circunstancia atenuante de reparación parcial del daño, ya que el joven germano ya ha consignado 2.600 euros.

Al haber alcanzado un acuerdo la fiscal y el abogado defensor, la magistrada ha dictado sentencia 'in voce' contra el sospechoso y le ha impuesto una multa de seis meses a razón de cuatro euros diarios. En concepto de responsabilidad civil, deberá indemnizar a la víctima en la cantidad que se determine en ejecución de sentencia por las lesiones sufridas, los días que tardó en sanar y si le han quedado secuelas como consecuencia de la brutal agresión.

Los hechos se remontan al pasado 11 de mayo de 2016, sobre las tres y veinte minutos de la tarde, cuando el acusado se encontraba en las inmediaciones de la calle Pare Bartomeu Salvà, en la Playa de Palma. El joven alemán, movido por el ánimo de ocasionar un menoscabo físico, propinó un fuerte puñetazo a otro hombre.

Debido al golpe en el rostro, el perjudicado sufrió una contusión orbitaria, una fractura en el maxilar izquierdo, otra fractura en la órbita izquierda con desplazamiento medial y hemoseno, que precisaron tratamiento médico.

El afectado tuvo que ser trasladado al hospital, donde estuvo ingresado cinco días y le prescribieron que fuera operado al presentar una lesión del macizo facial. La intervención quirúrgica no se realizó en España porque el paciente se marchó a su país.

La víctima precisó 90 días en sanar, de los cuales 60 resultaron impeditivos para sus actividades habituales y los 30 restantes fueron de carácter no impeditivo.

La sentencia dictada hoy ya es firme debido a que las partes han anunciado que no la iban a recurrir.