La Guardia Civil ha abierto una investigación para aclarar la muerte de un joven de 22 años cuyo cadáver fue hallado ayer en una finca en Selva. La víctima tenía dos bridas de plástico amarradas al cuello y las primeras hipótesis apuntaban a que murió estrangulada. Los agentes no encontraron evidencias de la participación de otras personas en los hechos, pero las extrañas circunstancias en las que apareció el cadáver les llevaron a barajar varias hipótesis sobre lo ocurrido. La autopsia, que se practicará hoy en el Instituto de Medicina Legal de Palma, podría aclarar el caso.

Según explicaron fuentes del instituto armado, fue el padre del joven quien hacia las once de la mañana encontró a su hijo inerte en una finca rústica familiar situada a las afueras de Selva. El hombre alertó del hallazgo a los servicios de emergencias, que se movilizaron de inmediato.

Al lugar acudió un médico y patrullas de la Guardia Civil. El facultativo no pudo más que certificar el fallecimiento del joven, que fue comunicado al juzgado de guardia de Inca.

La Policía Judicial del instituto armado asumió la investigación del caso. Los agentes llevaron a cabo una inspección ocular y comprobaron que la víctima tenía dos bridas de plástico en el cuello. Según las primeras averiguaciones del médico forense, el joven murió estrangulado.

Los investigadores no hallaron pruebas de la intervención de otras personas en la muerte de la víctima, pero estaban a la espera de los resultados de la autopsia, que se practicará hoy, para tratar de esclarecer completamente lo sucedido.