Un acusado de abusar sexualmente en varias ocasiones y de violar a su hijastra cuando esta tenía 16 y 17 años en el domicilio familiar en la zona del Raiguer ha negado hoy los hechos en el juicio en la Audiencia de Palma.

El hombre, de 32 años, que está preso, ha rechazado de forma rotunda los cargos ante el tribunal de la sección segunda. "Nunca, nunca lo he hecho, nunca la he tocado, no he podido hacer eso, podría cortarme mi mano. Lo juro por Dios que eso no lo puedo hacer. Encima soy musulmán y eso no lo puedo hacer. No sé cómo ha salido de su cabeza", ha insistido el sospechoso, al ser interrogado sobre si en el verano de 2013 accedía a la habitación en la que dormía la adolescente y la sometía a tocamientos.

El procesado, de origen marroquí, también ha negado haber agredido sexualmente a su hijastra una vez en la casa en esas fechas. "Nunca, jamás le he hecho eso a ella. Jamás podría hacer eso. Luego, ella se fue de casa porque se peleó con su madre. Ya no la he vuelto a ver ni hablar con ella", ha destacado. Según su versión, le avisaron "hasta 30 personas" de que le iban a tender una trampa con la menor.

Mientras, la víctima ha confirmado hoy ante la sala que fue abusada y forzada en el domicilio familiar en el verano de 2013. "Empezó a entrar en la habitación por las noches cuando mi madre trabajaba en la residencia. Me metía mano en la cama y se tocaba. Siempre era por las noches. Yo despertaba a mi hermana para que él se fuera. Normalmente, ocurría cuando mi madre no estaba", ha relatado la perjudicada al recordar los tocamientos íntimos que sufría.

"Intenté hablar con mi madre y era imposible, estaba ciega, se creía que todo era mentira. Durante meses me estuvo tocando. Lo hacía a diario por las noches. Yo le decía que se fuera, que me dejara en paz. Yo despertaba a mi hermana para echarlo afuera, para que me dejara en paz, pero la misma noche él volvía dos o tres veces. Los primeros tocamientos ocurrieron cuando yo tendría 15 años", ha manifestado la joven.

La perjudicada también ha detallado que fue violada en su casa una mañana cuando ambos estaban a solas. "Me estampó contra la pared del pasillo, al lado de la cocina", ha recordado. Tras ser forzada, la menor fue a la cocina y cogió un cuchillo. "Le dije que no me tocara", ha añadido. "Luego, intenté contárselo a mi madre, pero como no fue posible hice las maletas y me fui de casa. Estuve en la calle hasta el día siguiente que fui a servicios sociales", ha asegurado la víctima. La adolescente finalmente ingresó en un centro y ya no volvió al domicilio familiar.

"Él luego me seguía por Palma, me amenazaba de muerte, puse otra denuncia", ha apuntado la joven, que también denunció a su madre en otra ocasión por un episodio de maltrato.

La fiscalía solicita para el acusado una condena de 16 años de prisión por un delito continuado de abuso sexual y otro de agresión sexual. También reclama la medida de diez años de libertad vigilada, la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima durante cinco años y una indemnización de 20.000 euros por el daño moral ocasionado.