Un hombre negó ayer durante el juicio haber forzado dos coches para sustraer diversos efectos en la Porta de Sant Antoni, en Palma. El sospechoso, en prisión por otra causa, judicial, se enfrenta a una petición de la fiscalía de tres años y once meses de prisión.

El primer robo ocurrió el 28 de julio de 2018, cuando supuestamente rompió la ventanilla de una furgoneta y se apoderó de un GPS. El 8 de agosto habría forzado la cerradura de un coche y se llevó un teléfono de alta gama y una cartera con 70 euros. El aparato fue vendido días después por 100 euros a un hombre en esa misma zona. El comprador reconoció haber adquirido el terminal al acusado y se conformó con una condena de tres meses de prisión por receptación.