El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma condenó este martes a multas a siete procesados por fingir un accidente de tráfico para tratar de estafar 7.700 euros a una compañía de seguros. Previamente, los acusados reconocieron los delitos a cambio de que la petición de prisión fuera conmutada por multas, que oscilaban entre los 1.350 y los 2.520 para cada uno de los encausados. Cuatro de ellos fueron condenados por falso testimonio en concurso con simulación de delito y todos ellos por tentativa de estafa.

Las distintas partes personadas en la causa alcanzaron este martes un acuerdo de conformidad. Gracias a esta circunstancia, la petición inicial de prisión del fiscal, que para cuatro procesados sumaban veinte meses de prisión, fue sustituida por multas.

Los hechos por los que los siete procesados se sentaron en la mañana de este martes en el banquillo de los acusados tuvieron lugar sobre las doce y media de la medianoche del 31 de julio de 2013 en la plaza Bisbe Pere de Puigdorfila de Palma. Cuatro viajaban en un coche, propiedad de uno de ellos, y otros tres en una furgoneta de alquiler, arrendada el día anterior y asegurado por la compañía afectada. Unos y otros actuaron en connivencia con la única intención de estafar a la compañía aseguradora de la furgoneta. Las estimaciones apuntaban a que la cuantía defraudada podría ascender a 7.700 euros.

"De manera concertada", según recoge el ministerio público en su escrito, se produjo la escenificación de un supuesto accidente de tráfico entre el coche y la furgoneta de alquiler.

Tras la colisión entre los dos vehículos, una patrulla de la Policía Local de Palma se personó en el lugar. "Con temerario despareció a la verdad", según consta en el escrito de acusación del fiscal, los ocupantes del coche relataron que su coche había sido embestido por la furgoneta.

"Un relato inveraz"

Los cuatro ocupantes del coche denunciaron el falso accidente de tráfico. Sin embargo las alarmas no tardaron en saldar en su comparecencia judicial para dilucidar el supuesto siniestro.

Sus declaraciones "incoherentes" y "contradictorias" el día del juicio dejó a las claras que el siniestro había sido ficticio y que su única intención era estafar a la compañía de seguros para cobrar el importe de la póliza.

Así, el fiscal resaltaba en su escrito, que los supuestos afectados por el siniestro pergeñaron "un relato inveraz" de lo ocurrido. Los conductores de la furgoneta y la aseguradora fueron absueltos de la falta de lesiones por imprudencia. Derivó en el juicio celebrado este martes en la Audiencia.