La Policía detuvo el lunes por la noche a un joven por quebrantar una orden de alejamiento respecto a su expareja, horas antes de ser juzgado en Palma por maltratarla y allanar su domicilio en un episodio que ocurrió en noviembre de 2018.

El acusado fue trasladado ayer a la sala de vistas en calidad de arrestado. El hombre negó haber golpeado a su excompañera y haber allanado su casa: "Yo a ella no la he tocado, no le he hecho nada. No le pegué, solo me cubría. Ella me empujó y me empezó a pegar. Por eso, la abracé y ella me dio un bocado en el cuello. Me pegó con todo lo que pillaba, me abrió la cabeza. Ella me dejó pasar a su casa".

En cambio, la víctima relató que fue agredida: "Entró en casa empujando la puerta y empujándome a mí. Me agarró del pelo, me tiró sobre unas bolsas, me pegó un codazo. Le mordí porque me tenía agarrada del pelo". El fiscal pidió para él dos años de cárcel, la acusación, tres años y medio y la defensa, la absolución.