Un juzgado de Palma condenó este lunes a una pena de multa a un joven por agredir a una prostituta de origen nigeriano tras grabarla con su teléfono móvil en plena calle en Magaluf en junio de 2018. Le pegó un puñetazo en la cara, que le hizo caer al suelo y le causó heridas en un párpado, por las que acabó en el hospital de Son Espases y precisó puntos de sutura.

El muchacho increpó a la mujer en unas fechas en las que hubo una gran movilización vecinal y de trabajadores de la zona para expulsar a las meretrices de este núcleo turístico por las molestias y problemas que causaban, ya que desvalijaban a turistas británicos de madrugada aprovechando que iban ebrios y, en ocasiones, incluso les atacaban.

Al percatarse de que estaba siendo filmada en las inmediaciones de Punta Ballena, la perjudicada discutió con el muchacho de 21 años y le recriminó su comportamiento. Acto seguido, le arañó por distintas partes del cuerpo. Por ello, ella también ha sido sentenciada hoy a una multa.

Los dos acusados reconocieron los hechos ante la sala. La magistrada impuso al joven de origen británico, aunque residente en la isla, una pena de seis meses de multa a razón de seis euros diarios por un delito de lesiones. Mientras, la mujer de nacionalidad nigeriana, de 26 años, fue condenada a un mes de multa con una cuota diaria de seis euros por un delito leve de lesiones.

Los hechos ocurrieron sobre las seis menos cuarto de la mañana del pasado 10 de junio de 2018, cuando el muchacho y la prostituta empezaron a discutir porque él la estaba grabando con su teléfono móvil en la zona de Punta Ballena, en Magaluf (Calvià). Ambos se agredieron mutuamente. En esa época, el vecindario se movilizó en contra de las meretrices que ejercían en plena calle de madrugada y denunció la inseguridad que había en el núcleo costero.

El joven propinó un puñetazo en el rostro a la mujer y le provocó una herida en el párpado del ojo izquierdo. La afectada tuvo que ser trasladada al hospital, en Palma, necesitó tratamiento médico y puntos de sutura. Tardó en curar de las lesiones siete días.

Por su parte, la agredida también atacó al acusado al que arañó con sus manos en repetidas ocasiones. Le causó un eritema en la clavícula, erosión en la frente, dos hematomas en la cintura y un edema en la mano, de los que tardó en curar seis días tras una única asistencia facultativa.