Un "grave riesgo para el ciudadano" por la "mala gestión" y "años de abandono". La Agrupación Profesional de Bombers de Palma (APBP) ha denunciado este miércoles por la mañana una serie de importantes carencias que, a su juicio, pone en serias dificultades "ofrecer la seguridad que nuestra ciudad necesita"

En torno a un centenar de bomberos, ataviados con camisetas rojas, se ha concentrado a las puertas del parque central de Son Malferit para exigir medidas que contribuyan a paliar la crítica situación que atraviesa el Cuerpo. Para ello reclaman un consenso de todos los partidos políticos para que subscriban un "documento de minimos" y se comprometan a llevarlo a cabo más allá de adscripciones partidistas.

Así, en rueda de prensa, los bomberos han hecho constar una "falta de personal evidente". El más joven tiene 30 años, pero la media de edad en el Cuerpo se sitúa en torno a los 50 años. De acuerdo con sus estimaciones, las próximas jubilaciones no van a poder ser repuestas si no se adoptan medidas urgentes. Uno de los problemas que también afrontan, según denuncian, es "un gravísimo déficit de liderazgo y de proyecto".

La Agrupación Profesional de Bomberos también denuncia que buena parte de estos problemas vienen acarreados por los medios materiales. En el ojo del huracán se encuentra el mastodóntico parque central de Son Malferit "sobredimensionado y sin mantenimiento". Asegura que estas instalaciones le cuesta al ciudadano "una hipoteca inasumible".

Otro tanto ocurre con los vehículos. La falta de autoescaleras hizo el lunes que tuvieran que reclamar una de Bombers de Mallorca para llegar más allá de un cuarto piso en un incendio de un hotel en Son Armadans. Este parque móvil lo encuentran "insuficiente, obsoleto y con múltiples problemas técnicos". Algunos de las autobombas no tienen cinturón de seguridad y otros no pueden pasar de 50 kilómetros por hora para acudir a las emergencias.

Los bomberos también denuncian lo que a su juicio es un "incumplimiento flagrante" de la ley de prevención de riesgos laborales. "No hay estudios de humo y elementos cancerígenos. Se nos impregnan las partículas en los trajes y no podemos limpiarnos", aseveran. "No podemos caer más bajo", concluyen.

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