Un acusado ha negado este martes en el juicio en la Audiencia de Palma haber retenido varios días en su domicilio a su pareja, así como haberla violado, golpeado y sedado con ansiolíticos a finales de octubre de 2017 en la ciudad.

El sospechoso, de 40 años y origen búlgaro que se encuentra preso, ha rechazado con rotundidad todos los cargos que se le imputan. El hombre ha admitido que el juzgado le impuso una orden que le prohibía aproximarse y comunicarse con su compañera sentimental. "Yo no la llamé en ningún momento, sabía que no podía hacerlo", ha destacado, si bien ha reconocido que la noche del 21 de octubre de 2017 estuvieron juntos en su casa de la calle Manacor en Palma.

Luego, el acusado ha negado haber tenido secuestrada a su pareja en su domicilio con cierres de seguridad desde ese día hasta el 26 de octubre. "Eso es falso, absolutamente. Ella salía cada día, no sé dónde iba. Había noches que no regresaba y venía por la mañana borracha. Ella se fue al bar en el que trabajaba en Portals para cobrar", ha detallado ante el tribunal de la sección segunda.

El hombre también ha negado haber ido con la mujer a un agroturismo de Establiments entre el 26 y el 27 de octubre de 2017. "No fui allí con ella porque tenía una orden de alejamiento. Nunca le he pegado. Sí que hemos discutido, pero no la he empujado ni la he agredido. Yo no estuve en el agroturismo y no es verdad que la violara. Tampoco la obligué a tomarse seis diazepames, no sé qué es eso", ha asegurado el encausado, quien también ha rechazado haberle robado un teléfono móvil. "Ella me lo había regalado, yo tenía una tarjeta de contrato a mi nombre. Lo único que le dije es que si no dejaba las drogas, yo iba a volver con mi ex y no iba a estar con ella", ha añadido.

El denunciado también ha recordado que se fue con un amigo en coche a un bar de alterne de Portals y que su pareja había acudido antes a ese local.

Mientras, la víctima se ha retractado este martes en el juicio respecto a la denuncia y su primera declaración en el juzgado. La mujer ha querido quitar hierro a las acusaciones diciendo que se había exagerado todo. "Todo está muy pintado, hay cosas que no son así. La gente habla cosas sin razón. No quiero que le condenen. No creo que sea justo que se lleve diez años. Nos queremos. Amor, drogas, cosas...", ha indicado la joven ante la sala.

"Él era mi pareja, lo amaba y lo sigo amando. Le sigo queriendo. Teníamos problemas, discutíamos demasiado, nos gritábamos, él me pegaba y yo le pegaba. Yo soy boxeadora profesional. Él me levantaba la mano y yo también la levantaba", ha reconocido la mujer.

"Él era un chico muy bueno. No somos fáciles, no soy fácil ni él tampoco. Vivíamos juntos en un piso en la calle Manacor, yo tenía las llaves, podía entrar y salir cuando quisiera. Yo le regalé un teléfono porque él no tenía móvil. Fuimos al bar de Portals y también al hotel de Establiments con un amigo. El chico se fue y yo me quedé con mi marido. Yo no quería tener sexo porque él me insultaba, pero después las cosas fueron diferentes. Luego, seguramente quise. Allí, nos golpeamos el uno al otro, él me empujó y yo me caí por la escalera, no puedo decir que lo hiciera a propósito. No sé por qué me caí. Esa noche consumimos heroína, cocaína, hierba. También tomaba metadona. Yo estoy en Son Banya casi cada día. Él no me obligó a tomarme diazepames, me los dio para que me tranquilizara. Yo me tomé cuatro comprimidos voluntariamente porque me dolía la cabeza y él me dio dos más para quedarme dormida. Del hotel me escapé porque no quería discutir más con él", ha manifestado la perjudicada, dando una versión totalmente distinta a la inicial.

"Entonces, estaba asustada. Ahora, no estoy asustada. Me gustaría verle", ha declarado la mujer, protegida por un biombo. Los dueños del agroturismo de Establiments han subrayado que la mujer les pidió ayuda gritando muy alterada diciendo que él la quería matar.

El fiscal ha mantenido su petición inicial de condena de 16 años de prisión para el hombre por seis delitos: quebrantamiento de medida cautelar, detención ilegal, agresión sexual, maltrato, coacciones y hurto. "Ella no ha sido clara, le tenía miedo. Sigue enamorada de él. Todo lo que relató en instrucción ahora intenta quitarle hierro, no se lo inventó", ha explicado el fiscal en sus informes.

Por su parte, la acusación particular ha solicitado 18 años de cárcel para el sospechoso. Por último, el abogado defensor ha reclamado la libre absolución de su representado al considerar que no han quedado acreditados los hechos. El caso ha quedado visto para sentencia.