La fiscalía solicita una condena de 16 años de prisión para un hombre acusado de secuestrar, violar, agredir y drogar con ansiolíticos a su expareja, a la que además tenía prohibido acercarse por una denuncia anterior, en Palma. El sospechoso, en prisión provisional desde hace un año y medio por estos hechos, habría retenido a la víctima durante casi una semana tanto en su domicilio como en un hotel de Establiments, intimidándola para que retirase la denuncia. La mujer logró escapar en un descuido y el hombre se dio a la fuga llevándose el móvil y otros efectos de ella. Fue detenido por la Policía tres días después. Está previsto que el juicio se celebre la semana próxima en la Audiencia Provincial.

De acuerdo con el relato del ministerio público, el procesado, búlgaro de 40 años, fue arrestado a mediados de octubre de 2017. La víctima le había denunciado por obligarla a prostituirse bajo amenazas. El acusado quedó en libertad, pero el juez le impuso una orden de alejamiento. Pese a esta medida de protección, el hombre llamó a su expareja pocas horas después y consiguió quedar con ella en la vivienda de Palma que habían compartido en la noche del día 21. En ese inmueble la tuvo cautiva bajo llave durante cinco días, impidiéndole salir e intimidándola para que se desdijera de sus acusaciones.

El 26 de octubre, él la llevó a un hotel de la zona de Establiments. Allí siguió intimidándola con el mismo objetivo y, siempre según la fiscalía, la obligó a mantener relaciones sexuales. En la mañana del día 27, la mujer aprovechó que el acusado estaba dormido para pedir auxilio. Vio a varias personas fuera y empezó a dar pequeños golpes en la ventana de la habitación. El ruido despertó al sospechoso, que empezó a golpear a la víctima y llegó a tirarla al suelo. Ella se golpeó la cabeza con una plancha de hierro, colocada a modo de tope en una puerta. Tras esta agresión, el hombre la forzó a tomarse seis comprimidos de un fármaco ansiolítico, metiéndoselos en la boca por la fuerza. La mujer quedó sedada y tardó varias horas en despertarse. Cuando lo hizo, pudo escapar a través de un ventanal y pidió ayuda a los encargados del hotel.

La mujer presentaba contusiones en el brazo, la cabeza, las piernas y una lesión leve en la mandíbula. Precisó asistencia médica y tardó una semana en recuperarse. El acusado, al advertir que su expareja había escapado, se dio a la fuga llevándose su teléfono móvil y otros efectos. Fue detenido por la Policía el 30 de octubre y el juez decretó entonces su ingreso en prisión.

La fiscalía le imputa por estos hechos delitos de quebrantamiento de medida cautelar, detención ilegal, agresión sexual, maltrato, coacciones y hurto. Por ellos reclama penas que suman 16 años de cárcel, una orden de alejamiento de la víctima de tres años y que la indemnice con 10.000 euros por los daños morales que le causó.