Un joven estadounidense, de 22 años, se desplomó el pasado domingo en las escaleras de la Jefatura Superior de Balears, en Palma. Acababa de sufrir un shock anafiláctico, por una reacción alérgica a los frutos secos, y no podía respirar. Su pulso se fue debilitando. Los agentes que estaban de guardia, encargados de la seguridad del edificio, le hicieron maniobras de reanimación cardiopulmonar y usaron un desfibrilador hasta la llegada de la ambulancia.

Los hechos ocurrieron sobre las 23.45 horas del pasado domingo en la calle Simó Ballester. Un grupo de jóvenes estadounidenses se acercó a la Jefatura de Balears para pedir auxilio. Uno de ellos se desplomó en las escaleras tras sufrir un shock anafiláctico. Al parecer, se trataba de una reacción alérgica a los frutos secos después de haber cenado por la zona.

Maniobras de reanimación

"Las asistencias sanitarias nos dijo que se podía haber muerto en las escaleras de Jefatura si no llegamos a hacer nada", indicó ayer Francisco Alonso Arias, uno de los agentes encargados de la vigilancia del edificio. Los policías le instaron a que se sentara en las escaleras y poco después se desplomó inconsciente.

"Lo primero que hicimos fue llamar a las emergencias. Pero no podíamos esperar y pedimos asistencia telefónica al 061", abundó este policía. Los agentes empezaron con el protocolo de primeros auxilios hasta la llegada de la ambulancia. "Uno de mis compañeros le hizo las maniobras de reanimación cardiopulmonar y le colocaron un desfibrilador", explicó. No obstante, el dispositivo no soltó ninguna descarga.

Pese a la tensa espera de las asistencias, no desistieron. La víctima perdió la consciencia, empezó a babear e, incluso, se le aflojaron los esfínteres. Su pulso era casi imperceptible y el cuello se le empezó a hinchar.

A los 13 minutos de realizar la llamada dos ambulancias se personaron en la Jefatura de Policía de Balears. Las asistencias se percataron de la extrema gravedad del joven. Presentaba un neumotórax y fue trasladado a Son Espases para ser operado de urgencia. Su vida se salvó 'in extremis'.