Una joven militar británica de 19 años ingresó ayer en prisión después de provocar una gravísima herida a una amiga a la que arrojó un vaso durante una pelea de madrugada en el interior de una discoteca de Magaluf. La víctima, de 22 años, sufrió un corte en el cuello que le provocó una gran hemorragia y estuvo a punto de morir por la pérdida masiva de sangre. Fue operada de urgencia en Son Espases, donde ayer permanecía ingresada en estado crítico. La presunta agresora, que está enrolada en la Armada británica, fue detenida por la Guardia Civil.

El incidente ocurrió sobre la una de la madrugada de ayer, en el interior de la discoteca Bananas, en Magaluf, donde tres jóvenes amigas británicas estaban de fiesta y habían consumido mucho alcohol. En un momento dado, dos de las jóvenes, de 19 y 22 años, mantuvieron una discusión y una de ellas le propinó un cabezazo a la otra, que le respondió arrojándole un vaso. El cristal se rompió y le provocó un profundo corte en el cuello, del que empezó a manar una gran cantidad de sangre.

Cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de lo ocurrido desplazó al lugar a una de sus patrullas. Los agentes encontraron en el interior del local a la víctima, que sufría una gran hemorragia y había perdido mucha sangre, mientras que el personal de seguridad de la discoteca tenía retenida a la presunta agresora.

La joven herida, de 22 años, fue trasladada con urgencia al hospital de Son Espases por una ambulancia. La chica estuvo a punto de morir a causa de la pérdida masiva de sangre. Una vez en el hospital fue operada de urgencia y ayer permanecía ingresada en estado crítico en la sala de Reanimación.

La presunta agresora fue detenida allí mismo por la Guardia Civil. Fue identificada como Sidney C., de 19 años, miembro de la Armada británica. Los agentes la trasladaron a las dependencias de la Guardia Civil de Calvià, donde se negó a declarar. Los investigadores tomaron declaración como testigo a una tercera joven británica, miembro del grupo de amigas, que había presenciado el incidente.

Al parecer la disputa que dio pie a la agresión se originó por un motivo banal, agravado por el hecho de que tanto la víctima como la detenida habían consumido una gran cantidad de bebidas alcohólicas. Los investigadores revisaron varias cámaras de seguridad para confirmar si la agresión fue intencionada o fortuita.

La joven detenida fue conducida ayer por la tarde por la Guardia Civil a disposición judicial. El titular del juzgado de guardia decretó su ingreso en prisión por los delitos de lesiones con instrumento peligroso y tentativa de homicidio. La acusada alegó que fue un accidente y que no quería hacerle daño, ya que es su mejor amiga. La joven herida es también militar, cabo del Ejército, y por tanto una superior de la detenida. La presunta agresora explicó que son muy amigas y que ambas iban muy borrachas cuando discutieron. Según el relato de la acusada, destinada en Escocia, su compañera le pegó un puñetazo en la cara, y entonces ella la cogió del cabello y tiró un vaso al suelo. Según dijo, accidentalmente salieron despedidos trozos de cristal del vaso que hirieron en el cuello a la víctima.

No obstante, esta versión contrasta con la de varios testigos de los hechos, que contaron que la acusada lanzó directamente el vaso a la cabeza de la víctima.