Un turista británico de 26 años ha aceptado este viernes pagar una multa de 720 euros por destrozar a patadas y golpes ocho coches aparcados en Punta Ballena, en Magaluf (Calvià). El acusado no ha comparecido en el juicio, pero a través de su abogada se ha conformado con esta sanción y ha acatado también indemnizar con algo más de 1.620 euros a los propietarios de los vehículos por los daños causados en los parabrisas, los retrovisores y los parachoques de los automóviles. El acuerdo alcanzado entre la defensa y la fiscalía aprecia la atenuante de reparación del daño, ya que el joven había depositado 4.500 euros para abonar los destrozos.

Los hechos ocurrieron el 1 de septiembre de 2014, el día que el turista celebraba su 21 cumpleaños. Acabó la fiesta en los calabozos. El joven recorrió la calle Federico García Lorca pateando los coches que iba encontrando a su paso. Varios testigos dieron la voz de alarma y varios agentes de la Guardia Civil y la Policía Local de Calvià acudieron al lugar. "Se marchaba corriendo y tuvimos que perseguirlo. Cuando lo atrapamos, negaba ser el autor de los daños y decía que estaba ebrio. Luego acabó reconociéndolo", han explicado en el juicio tres de los agentes.

El acusado había dejado a su paso ocho coches con diversas daños. La mayoría de los retrovisores estaban fracturados y algunos tenían las lunas, los limpiaparabrisas y los parachoces destrozados, así como importantes abolladuras. El joven fue detenido y dos días después quedó en libertad por orden judicial. El turista depositó en el juzgado 4.500 euros para hacer frente a las indemnizaciones, aunque finalmente los desperfectos fueron tasados en 2.673 euros.

La fiscalía le acusó de un delito continuado de daños, con la atenuante de reparación del daño. Reclamó por ello una multa de 2.160 euros, además de las compensación a los afectados.

El juicio se ha celebrado este viernes en un juzgado de lo penal de Palma, al que no ha acudido el joven británico. A través de su abogada, ha llegado a un acuerdo de conformidad por el que reconoce los hechos y se conforma con la nueva petición del ministerio público, que ha rebajado la sanción a 720 euros. Además, uno de los perjudiciados ha explicado que ya fue compensado por su compañía de seguros y ha renunciado a su compensación. Así, el acusado deberá abonar un total de 1.620 euros.