Un automovilista y un motorista han retenido a sendos conductores que circulaban con evidentes síntomas de embriaguez. Un infractor ha invadido el carril contrario mientras iba en zigzag. Mientras que el otro individuo ha estado a punto de derribar la motocicleta del afectado.

El primero de los casos ha tenido lugar sobre las 0.40 horas de la pasada madrugada en el Camí de Son Apau, en las inmediaciones del depósito municipal de Son Toells. Un conductor tenía retenido a un infractor, de 60 años, después de que pusiera en peligro al resto de los automovilistas que circulaba por la carretera de Sóller.

Momentos antes la víctima se había percatado de que un vehículo que enfilaba la rotonda de Son Sardina y se había adentrado en la carretera de Sóller circulaba a una velocidad anormalmente reducida. El afectado ha tratado de adelantarle, pero el individuo le ha cortado el paso al invadir el carril contrario. Mientras, el individuo proseguía la marcha en zigzag, al tiempo que ponía en serio peligro al resto de conductores. Estos han tenido que hacer maniobras para evitar el choque frontal.

El testigo ha perseguido al infractor y ha conseguido interceptarle para evitar que pudiera darse a la fuga. Tras la llegada de agentes de la Policía Local, el infractor ha cuadriplicado el máximo permitido al dar 0,95 miligramos de alcohol por litro de aire expirado en la prueba de alcoholemia. Ha quedado investigado por un delito contra la seguridad vial y se le ha retirado el vehículo. Ha justificado su conducción bajo los efectos del alcohol porque "estoy cerca de casa".

Unas horas antes había tenido lugar en Palma un episodio similar. Sobre las siete menos cinco de la tarde del domingo en la calle Francisco Manuel de los Herreros, un motorista había tenido que esquivar a una furgoneta que había estado a punto de derribarle. El afectado ha parado su motocicleta y ha retenido al conductor del vehículo, de 63 años. Al llegar la Policía Local han sometido el sujeto al test de alcoholemia y ha dado 0,74. Ha quedado investigado por un delito contra la seguridad en el tráfico y se le ha intervenido la furgoneta.

Por otro lado, donde sí ha habido un accidente ha sido sobre las cuatro y media de la madrugada del domingo en la avenida de Gabriel Roca de Palma. Un coche había impactado contra un vehículo estacionado y este había golpeado a otro. Al llegar la Policía Local, el infractor, de 35 años, ha confesado que había bebido. El test de alcoholemia lo ha confirmado y ha dado 0,71 en la prueba.

Otros casos similares han tenido lugar el pasado fin de semana. Así, sobre las tres y veinte de la madrugada del pasado sábado una joven conductora polaca ebria, de 22 años, ha derribado un semáforo cuando circulaba por la avenida de Adolfo Suárez hacia s'Arenal. La prueba de alcoholemia ha dado 0,74 y se le imputa un delito contra la seguridad vial.

Por último, otro conductor ebrio, de 35 años, ha chocado por alcance contra otro coche, sobre las seis y veinte de la madrugada del domingo, cuando circulaba por la calle Gaspar Bennàssar de Palma. Ha dado 0,73 en la alcoholemia y ha quedado imputado por otro delito contra seguridad en el tráfico.