Un joven acusado de dar una paliza a otro durante una pelea en el Paseo Marítimo reconoció ayer durante el juicio que propinó un puñetazo en la cara a la víctima. El sospechoso, en prisión preventiva por estos hechos, dijo no tener claro si la fractura de mandíbula que padeció el perjudicado se debió a ese golpe. La fiscalía reclama cinco años de prisión para él por un delito de lesiones con la agravante de abuso de superioridad, ya que actuó junto a dos menores de edad, y más de 30.000 euros de indemnización.

La agresión, ocurrida en la madrugada del 25 de julio, comenzó porque el perjudicado se negó a darle un cigarrillo a uno de los adolescentes, según contó el mismo. El acusado dijo que se metió en la riña "para proteger" a los menores.