Las viviendas del clan del Pablo en La Soledad son auténticos búnkers. Los agentes de la Policía Nacional que están realizando una redada durante esta mañana se han encontrado con grandes dificultades para forzar las puertas de algunos de los domicilios que debían registrar. En algunos casos han tenido que serrar con radiales las pesadas puertas de hierro.

Un centenar de agentes de la Policía ha tomado desde esta mañana temprano varias calles de La Soledad para realizar registros en ocho domicilios vinculados al clan del Pablo, el histórico narcotraficante. Se trata de las calles Teix, Ànimes y Randa.

Los policías, entre los que había miembros del Grupo de Estupefacientes, de la Unidad de Protección y Reacción (UPR), guías caninos y Grupo del Subsuelo, se han enfrentado a grandes dificultades para abrir las puertas de los domicilios que debían registrar. Los narcos habían convertido las casas en fortines, con rejas en las ventanas y pesadas puertas de hierro. En alguno de los casos los agentes han tenido que serrar estas puertas con radiales para franquear la entrada.

La Policía ha confirmado por ahora la detención de ocho personas. Los sospechosos presuntamente se dedicaban al tráfico de droga al menudeo, sobre todo de marihuana, en las viviendas de La Soledad.

Los investigadores han tenido serias dificultades para acceder a algunas de estas viviendas. Una de las puertas que los policías cortaban con radiales tenía un peso estimado de más de doscientos kilos. Esta fortificación de algunos domicilios permite a los narcos ganar el tiempo suficiente para arrojar la droga por el inodoro durante la redada policial. Por este motivo, efectivos de la Unidad de Subsuelo de la Policía Nacional se dedican a examinar algunas tuberías y desagües en busca de sustancias estupefacientes que los traficantes han arrojado para no ser sorprendidos con ellas.