Los dos hijos de una pareja divorciada reclamaron ayer en un juicio que se proteja a su padre ante el temor de que su madre lo asesine. "Tiene obsesión con él. Dijo que lo iba a matar, que le clavaría un pico en el corazón y temo que acaba cumpliéndolo. Al final lo va a matar. Es necesario ponerle una orden de alejamiento", aseguraron los dos jóvenes. "Tengo pánico, porque va a por mí", dijo el hombre. Los tres declararon como testigos en el juicio a la mujer, que padece un trastorno bipolar, por colarse en casa del hombre, destrozar una cristalera y perseguir a un empleado con una tijeras de podar y un pico. Ella lo niega. La fiscalía reclama cuatro meses de cárcel y que se someta a controles psiquiátricos, mientras la letrada del hombre solicita seis años de cárcel y cinco de alejamiento.

Los hechos ocurrieron en la tarde del 5 de julio de 2017 en un chalé de Marratxí, propiedad de la pareja y donde residía el hombre desde que se divorciaron. La acusada contó que se citó con su exmarido para hablar sobre la venta del inmueble. "Cuando llegué, nadie me abría la puerta. Le llamé a todos sus teléfonos y no me los cogía. Vi a un señor encapuchado en la casa y temí que le hubieran hecho algo. Abrí la puerta de un empujón, salió el jardinero y me pegó un golpe antes de irse corriendo. Me dejó encerrada en la coladuría, por eso cogí unas tijeras de podar y la usé para romper un cristal y poder salir", relató la mujer, que negó haber perseguido y amenazado al trabajador con un pico y una azada. La sospechosa admitió que padece un trastorno bipolar y que tras estos hechos estuvo tres meses ingresada en una unidad psiquiátrica.

Su exmarido dijo estar muy atemorizado por la creciente agresividad de la mujer hacia él. "Si ese día hubiera estado en casa, estoy seguro de que me habría matado. Tengo pánico, porque sufre brotes violentos y va a por mí. No le deseo ningún mal, solo quiero que me deje en paz", declaró.

El hombre que estaba solo en el chalé aquel día cuando llegó la mujer contó que ella estaba muy alterada y agresiva. "Abrió la puerta a patadas y empezó a perseguirme. Yo cerré una cristalera, cogió unas tijeras y le destrozó. Entonces vino con un pico. Subí a la parte de arriba hasta el tejado y salté para llamar a la Policía. Era muy peligroso", explicó.

Los dos hijos de la pareja mostraron su temor a que su madre acabara matando a su padre. Uno de ellos contó que tras el altercado, amenazó con matar al hombre. "Me dijo que le iba a clavar un pico en el corazón, que le iba a destrozar la vida. Temo que pueda cumplirlo", dijo. Su hermano declaró que desde hace unos años este tipo de amenazas son "habituales". "Es necesario ponerle una orden de alejamiento", afirmaron.

La fiscalía reclama cuatro meses de cárcel, una multa y dos años de libertad vigilada para la mujer por delitos de daños y amenazas con la eximente incompleta de alteración psíquica. La acusación particular, que la acusa además de allanamiento de morada y coacciones, pide seis años de prisión y cinco de alejamiento. La defensa solicita su absolución.