Un joven fue juzgado ayer por robar un teléfono móvil y luego cobrar 200 euros a la víctima para recuperarlo en s'Arenal, en Palma. El sospechoso, que se enfrenta a cinco años de cárcel, negó ayer haber participado en el robo y dijo que solo medió entre el propietario del teléfono y los ladrones.

Los hechos ocurrieron hacia las cinco de la madrugada del 17 de abril de 2017. Un grupo de jóvenes rodearon a la víctima y, al descuido, le quitaron el teléfono. El perjudicado explicó que cuando se dio cuenta del hurto se dirigió al sospechoso, al que había visto con los delincuentes, y le ofreció 500 euros para recuperar el aparato. Según su versión, el joven le acompañó a un cajero, donde le entregó 100 euros. El acusado le amedrentó hasta que logró finalmente 200 euros. La víctima recuperó así su móvil.

La fiscalía imputa al sospechoso un delito de robo con violencia e intimidación y, alternativamente, un delito de hurto y otro de extorsión. En ambos casos reclama una pena de cinco años de cárcel para el acusado.