La Guardia Civil ha detenido a dos personas e investiga a una tercera, como presuntos autores de delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, abandono de menores y pertenencia a grupo criminal. Se tragta de la segunda fase de la operación Janu, iniciada el 22 de febrero, cuando se desarticuló una organización criminal dedicada al tráfico ilegal de inmigrantes desde el norte de África.

En esa primera fase se realizaron seis registros domiciliarios en Palma, Inca y sa Pobla, y fueron detenidas siete personas. Los investigadores se incautaron de numerosa documentación falsificada, unas 1.000 plantas de marihuana así como la intervención de efectos procedentes de robos, tales como bicicletas, televisores y otros aparatos electrónicos.

Ayer por la mañana se llevó a cabo la segunda fase de explotación. La Guardia Civil practicó dos registros domiciliarios en Palma y Santa María y arrestó a dos personas. Los agentes se incautaron de diferente documentación, ordenadores y teléfonos móviles.

La operación Janu se iniciaba a finales del año 2017 y en ella se investigaban delitos por tráfico de drogas y robos en la Part Forana de Mallorca. Durante la misma se descubrió que la organización ayudó a que varios inmigrantes de origen argelino, llegados en pateras a Baleares, viajaran posteriormente desde Mallorca a Francia y Bélgica, utilizando documentación falsificada.

Con esta operación se ha puesto al descubierto una organización estructurada y consolidada en el tiempo, que no solo se dedicaba al transporte de inmigrantes desde la costa argelina hasta las Balears, sino también les proporcionaban acogida en casas ocupadas, teléfonos y documentación falsa para poder desplazarse por cualquier país dentro del espacio europeo Schengen.

Dicha documentación consistía en cartas de identidad francesas falsificadas en origen y enviadas por correo a varios de los objetivos detenidos.

Los agentes han descubierto que los sospechosos presentaban ante las autoridades en materia de protección de menores, falsos MENAS (menores extranjeros no acompañados), que ofrecían explicaciones poco creíbles sobre las circunstancias que rodearon su llegada a España. Según la Guardia Civil, los detenidos se ponían de acuerdo con los padres de los menores para poder acceder a los servicios que se ofrecen a los menores extrajneros solos.