Un hombre aceptó ayer un año de prisión por robar dos botellas en un supermercado de Palma y usar una de ellas para golpear al encargado cuando lo persiguió. Tras ser detenido por esta agresión, intimidó a los policías que lo custodiaban en el calabozo. El acusado se declaró ayer autor de delitos de robo con violencia, lesiones y resistencia.

Además de la pena de cárcel, el hombre aceptó pagar una multa e indemnizar con 166 euros a la víctima.

Los hechos ocurrieron hacia las cuatro de la madrugada del pasado 21 de enero. El condenado cogió una botella de cerveza y otra de licor de un supermercado de Palma e intentó llevárselas sin pagar. El hombre que estaba al frente del negocio en ese momento se dio cuenta del robo y fue tras él.

El ladrón le propinó entonces un golpe en la cabeza con la botella de cerveza, que se rompió, y causó lesiones al perjudicado. La Policía lo detuvo poco después y cuando estaba ya en los calabazos amenazó a los agentes. "Si tuviera una pistola os pegaría un plomazo", les espetó, según admitió ayer el procesado.